{\sc Arzobispo} \\ Arzobispo
Braulio Rodríguez Plaza

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Nota

Atentado del 11 de marzo de 2004 \\en Madrid

12 de marzo de 2004


Publicado: BOA 2004, 96.


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Pasadas más de 24 horas de la masacre de Madrid, con 198 muertos y 1.430 heridos, algunos de ellos muy graves, siento el mismo horror que padecí ayer al conocer la noticia. Intento abrir camino en mi mente para poder dar razones a este brutal y múltiple atentado. Nos decía ayer el Santo Padre, en comunicado al cardenal de Madrid , que deseaba «reiterar su firme y absoluta reprobación de tales injustificables actos que ofenden a Dios, violan el derecho fundamental a la vida y socavan la pacífica convivencia, anhelada vivamente por las comunidades eclesiales y por el noble pueblo español».

Sí. Hay que reprobar estos injustificables actos. ¿Para qué sirve todo esto? Para sembrar el dolor de gente inocente. ¡Qué maldad es capaz de hacer esto! ¡Y qué bondad la mostrada por los ciudadanos de Madrid y de toda España! Hay que rechazar esta salvajada y, a la vez, mirar a nuestro interior y ver también lo bueno que hay en nosotros. Hay que animarnos al bien y a la bondad, que nos lleva al bien común, y rechazar el mal que los hombres y mujeres, por desgracia, podemos cometer.

Hay mucho que hacer. Todo menos desanimarnos a seguir recorriendo el camino de una convivencia pacífica y serena entre españoles. Y estar unidos a nuestras autoridades y a nuestras leyes fundamentales, afianzados en lo que hace de nosotros un pueblo. Y orar. Sí, queridos hermanos, necesitamos orar por las víctimas y sus familiares. Ellos son los primeros, y su dolor es nuestro dolor. Yo os invito a la celebración de la Eucaristía, memorial del sacrificio de Cristo, por estos hermanos nuestros muertos injustamente, en la Catedral de Valladolid mañana sábado a las 13 horas .

Queremos pedirle a Dios que la Santa Misa nos consiga paz y serenidad, pero también firmeza y fortaleza para no ser vencidos por la desolación o la tristeza. Es bueno también recordarnos que «nunca puede existir razón moral alguna para el terrorismo». No debe haber duda ni vacilación ninguna a este respecto: el terrorismo de ETA es intrínsecamente perverso, afirmábamos los obispos españoles en la Instrucción Pastoral “Valoración moral del terrorismo, de sus causas y de sus consecuencias”.

† Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo de Valladolid