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Necrológica

Marcelo González Martín
—Cardenal—

25 de agosto de 2004


Publicado: BOA 2004, 346.


Nació el 16-1-1918 en Villanubla (Valladolid). Inició los estudios eclesiásticos en el seminario de nuestra ciudad en 1935 y los completó obteniendo el doctorado en Teología en la Universidad Pontificia de Comillas. Fue ordenado sacerdote en Valladolid, el 29-6-1941.

Durante su ministerio sacerdotal en la diócesis fue capellán del Colegio de las Teresianas, de Valladolid; profesor en el Seminario y en las Facultades de Derecho y Medicina de la Universidad; Consiliario de la rama masculina de Acción Católica; delegado de Cáritas; canónigo por oposición de la Catedral y juez sinodal. Recorrió España dirigiendo ejercicios espirituales y conferencias sobre temas religiosos, y colaboró en numerosas obras sociales y culturales, influyendo decisivamente en la construcción en los años 1950 del barrio de San Pedro Regalado. Sus predicaciones, sobre todo en la Catedral, reunían a muchísimos fieles, atraídos por sus conocimientos y elocuencia para explicar el Evangelio.

El 31-12-1960 fue nombrado obispo de Astorga por el beato Juan XXIII, y recibió el 5-3-1961 la ordenación episcopal en nuestra Catedral. Rigió esa diócesis durante cinco años, plenos de iniciativas apostólicas, sociales y educativas, como la fundación de la Casa de Ejercicios, de Radio Popular de Astorga, de la Casa Sacerdotal y del Museo de los Caminos, dentro del Palacio Episcopal construido por Gaudí. Durante esa época también participó en las cuatro sesiones del Concilio Vaticano II, al que contribuyó de modo destacado, siendo elogiado públicamente por el papa Pablo VI tras una de sus intervenciones. Posteriormente contribuiría de manera inteligente y eficaz a la recepción del Concilio en España.

El 21-2-1966 fue nombrado por el papa Pablo VI arzobispo coadjutor, con derecho a sucesión, de Barcelona, derecho que se hizo efectivo el 7-1-1967 tras la jubilación del arzobispo Gregorio Modrego Casaus. Su labor allí se manifestó en la reorganización de la diócesis (seminarios, parroquias, consejos, escuelas...) y la predicación incesante. Consiguió que fueran nombrados cuatro obispos auxiliares, y dejó muy avanzado un estudio para la división de la diócesis de Barcelona en otras, la cual se llevó a cabo finalmente a comienzos de este siglo XXI.

El 3-12-1971 fue nombrado arzobispo de Toledo y primado de España, y en el consistorio del 5-3-1973 fue creado cardenal, asignándosele la iglesia romana de San Agustín en Campo Marcio y participando después en los cónclaves que eligieron a Juan Pablo I y II. Su episcopado fue de una gran y fecunda actividad, y su dedicación constante a las vocaciones sacerdotales motivó que la suya fuera la diócesis con mayor número de seminaristas de toda Europa. También creó una emisora diocesana de radio, la casa sacerdotal y nuevas escuelas de teología. El 24-9-1995 pasó a ser arzobispo emérito, siendo sustituido por Mons. Francisco Álvarez Martínez.

Entre sus principales distinciones, destacan su designación como miembro de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (1972), académico de honor de la Real Academia de Doctores (1988), miembro de la Academia de Ciencias Históricas de Toledo, máximo representante pontificio en los centenarios del Colegio de Ingleses de Valladolid (1989) y del Tratado de Tordesillas (1994), premio de Humanidades de Castilla y León, doctor honoris causa por la Universidad de Castilla-La Mancha, y medalla de oro de las ciudades de Barcelona y Toledo y de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha (2003), con distinciones similares en su pueblo natal y en las ciudades donde ejerció su labor episcopal. Además, fue miembro de varios dicasterios de la Curia Romana y presidió varias Comisiones Episcopales en la Conferencia Episcopal Española. En Valladolid, predicó dos veces el Sermón de las Siete Palabras, se le dio su nombre a una Residencia de Ancianos y a una calle, y recibió la medalla de oro de la Ciudad.

Publicó también numerosas obras, que fueron recopiladas y publicadas en nueve tomos en 1994. Destacan: Fuertes en la fe (Barcelona, 1968), Unidos en la esperanza (Barcelona, 1969), Libres en la Caridad (Barcelona, 1970), Hijos de la Luz (Barcelona, 1971), Creo en la Iglesia (Madrid, 1973), Santa Teresa de Jesús vive en la Iglesia (Ávila, 1983)...

Don Marcelo sobresalió siempre, entre otras facetas, por sus grandes dotes oratorias y su excepcional calidad humana. Fue sin duda uno de los hombres de Iglesia más significativos del siglo XX en España. En la Conferencia Episcopal, fue el artífice de la culminación de la Reforma de los Textos Litúrgicos a tenor del Concilio Vaticano II y de la recuperación de la Liturgia Visigótica o rito mozárabe, con la creación del Instituto de Estudios Mozárabes y la publicación del misal y los leccionarios. También aportó su carisma y celo para la pastoral vocacional y para la relación con los sacerdotes.

En sus últimos meses su salud se deterioró por un fallo de origen vascular, hasta fallecer a las 19:50 horas en su domicilio de Fuentes de Nava (Palencia), pueblo natal de su madre. El sábado 28 a las 12:00 se celebró su misa exequial en la Catedral Primada de Toledo, presidida por el cardenal Antonio María Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal Española, y con homilía del actual arzobispo de Toledo y Primado de España, Monseñor Antonio Cañizares Llovera, con la presencia del Nuncio de la Santa Sede y de numerosos obispos y sacerdotes. En representación de nuestra archidiócesis acudieron el Arzobispo, D. Braulio Rodríguez Plaza; el Arzobispo Emérito, D. José Delicado Baeza; el Vicario General, D. Félix López Zarzuelo; el Director del Centro Diocesano de Espiritualidad, D. Francisco Cerro Chaves; y varios sacerdotes diocesanos más. El cuerpo del cardenal Marcelo González fue sepultado en la Capilla de San Ildefonso de la misma Catedral.