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Braulio Rodríguez Plaza

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Carta semanal

Visita ad limina apostolorum 2005

Visita ad limina apostolorum (I)

16 de enero de 2005


Temas: Visita ad limina apostolorum 2005.

Publicado: BOA 2005, 24.


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La santa Iglesia, que es católica y apostólica, es una. Jesucristo quiso fundarla sobre el cimiento de los Doce Apóstoles, como un nuevo Pueblo de Dios. En ella, el papa y los demás obispos, que suceden a Pedro y a los otros apóstoles, ejercen su ministerio en la comunidad cristiana; una comunidad cristiana que comenzó pronto a extenderse por el mundo. A medida que los apóstoles fueron fundando otras Iglesias particulares, en ellas se hacía presente la misma y única Iglesia de Jesucristo precisamente porque estas Iglesias particulares o diócesis las presidía o un apóstol o, posteriormente, un sucesor de ellos, llamado obispo, que reúne a los cristianos que viven en un amplio territorio concreto, dividido en parroquias. Éstas reciben su sentido y participación de la Iglesia donde están integradas.

Cristo quiso una comunión muy estrecha en su Iglesia, y por ello entre las diócesis de todas las partes del mundo; esa comunión, verdadera gracia del Espíritu Santo, hace de las diócesis la única Iglesia de Jesucristo. Pero esa comunión y unidad no sólo son una gracia de Dios, sino que deben ser también una preocupación de todos los cristianos. Por ello, los obispos de cada diócesis, sus pastores, deben cuidar esmeradamente esa unidad y comunión, sobre todo con el obispo de la Iglesia de Roma, Iglesia que nos preside a todas en la caridad, porque en ella es obispo aquél en quien hoy vive Pedro, puesto por Cristo al frente de sus hermanos.

Así que esta visita ad limina Apostolorum (‘a los dinteles de los apóstoles Pedro y Pablo’) es una visita muy significativa. Si el papa Juan Pablo se ha acercado en tantas ocasiones a las diócesis de los países que ha visitado, ¡cómo no hacer lo mismo el obispo de cada diócesis con él! Así se viene haciendo por cada obispo esa visita especial a Roma desde 1585, cuando el papa Sixto V la institucionaliza; ocurre cada cinco años aproximadamente. En concreto, vuestro obispo estará en Roma entre los días 16 y 26 de enero para llevar a cabo este acto de comunión y encuentro con el Vicario de Cristo .

La visita ad limina consta fundamentalmente de tres momentos, que en seguida paso a explicar. Ante todo, se trata de hacer una peregrinación a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo. Tal peregrinación apunta a la única fe de ambos, de la que dieron los dos testimonio en Roma con su martirio. Nunca faltan en ese peregrinaje, en efecto, la celebración de la Eucaristía en las basílicas de san Pedro en la colina del Vaticano y en la de san Pablo Extramuros, como vivencia profunda de la fe que nos une a todos los obispos con el papa. Es necesario que cada una de las Iglesias, en este caso, la Iglesia de Valladolid, concuerde con la Iglesia de Roma, porque ella es la garantía última de la integridad de la tradición transmitida por los apóstoles. Por eso decimos que la Iglesia de Roma preside la comunión universal en la caridad, tutela las legítimas diversidades y, al mismo tiempo, vigila para que la particularidad no sólo no dañe a la unidad, sino que la sirva.

Sin duda esas celebraciones en las basílicas de los Apóstoles serán dos momentos de intensa oración por los que formáis conmigo la Iglesia de Valladolid, y aún por toda la Provincia Eclesiástica, esto es, las Diócesis de Segovia, Ávila, Salamanca, Ciudad Rodrigo y Zamora, cuyos obispos peregrinamos juntos.

† Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo de Valladolid