Arzobispo
Braulio Rodríguez Plaza

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Carta semanal

Descubrir al nuevo Papa

24 de abril de 2005


Publicado: BOA 2005, 111.


El Señor nos ha concedido un nuevo Papa, que ha querido llamarse Benedicto XVI . ¿Cuál habrá sido la razón de elegir ese nombre? Yo no lo sé, pero Benedicto es sinónimo de Benito y san Benito, aquel monje genial, supuso un tesoro para Europa y una posibilidad de evangelización y civilización; una contribución, en efecto, a este mundo de las más geniales que han existido en la historia del cristianismo. Una manera de ver al ser humano desde los datos del Evangelio, que sigue fresca al día de hoy. Así le pido yo al Señor que sea Benedicto XVI para la Iglesia y el mundo actual. La Iglesia ha orado expectante desde el inicio del Cónclave, pensando ya en el nuevo Papa, y da gracias a Dios por el Sumo Pontífice, que preside a todas las Iglesias en la caridad, como obispo de Roma.

Una enorme alegría se mezcla hoy con el recuerdo agradecido por la persona del papa Juan Pablo II: Tenemos papa. Y es que Cristo, al instituir a los Doce Apóstoles, «formó una especie de colegio o grupo estable y eligiendo de entre ellos a Pedro lo puso al frente de él» (Lumen gentium, 19) . Porque, «así como, por disposición del Señor, san Pedro y los demás apóstoles forman un único Colegio apostólico, por análogas razones están unidos entre sí el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, y los obispos, sucesores de los apóstoles» (Lumen gentium, 22).

Con ello quiero decir sencillamente que el papa para mí no es únicamente una figura a la que obedecer, o mi superior en una escala de autoridades, sino alguien a quien considero muy dentro de la entraña de mi fe de creyente católico, alguien que no puedo considerar ajeno a nuestra Iglesia de Valladolid: es el garante de la comunión eclesial y quien nos preside en la caridad de Cristo; es el que fortalece a sus hermanos obispos y a sus Iglesias. En este momento el Señor nos ha enviado al papa Benedicto XVI. ¿Entendéis que ahora esté pidiendo a los católicos oración, cercanía, acogida, cariño y amor al Santo Padre, aunque aún apenas le conozcamos? Esta es la razón de por qué os estoy ya invitando a una sentida acción de gracias por el nuevo Papa en la Catedral el martes 26-4-2005 a las 20:30 horas . Allí oraremos y seremos Iglesia agradecida y unida.

El periodo de Sede Vacante de la Iglesia de Roma ha terminado. De nuevo toda la Iglesia se une a la ofrenda y a la intercesión de Cristo en la Eucaristía. Es tiempo propicio para vivir, de nuevo, desde nuestra Iglesia de Valladolid esa mutua implicación y mutua interioridad que existe entre la Iglesia universal y cada una de las Iglesias particulares o diócesis. He ahí la razón de por qué, encargado del ministerio de Pedro en la Iglesia, el papa es asociado a toda celebración de la Eucaristía, en la que es nombrado como signo y servidor de la unidad de la Iglesia universal, algo que no hemos hecho en estas más de dos semanas sin su sucesor. De este modo, en el corazón de la Iglesia, que es la Eucaristía que nos dejó el Señor, está el Sumo pontífice, aquel en el que hoy vive Pedro. Dios no abandona a su Iglesia, la barca llegará al puerto, en ella está el Papa, porque está Jesucristo. ¡Bienvenido a tu Iglesia, querido papa Benedicto XVI!

† Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo de Valladolid