{\sc Arzobispo} \\ Arzobispo
Braulio Rodríguez Plaza

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Decreto

Año paulino 2008-2009

Celebración del Año paulino \\en la Archidiócesis de Valladolid

1 de octubre de 2008


Publicado: BOA 2008, 392.


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Braulio Rodríguez Plaza, por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, Arzobispo de Valladolid.

El Año paulino, como muchos conocéis, se iniciaba solemnemente el 28-6-2008 , convocado por el Santo Padre Benedicto XVI. Se prolongará hasta el 29-6-2009. Se trata de celebrar el nacimiento de san Pablo, nacido probablemente en el año 8 d. C.

Con esta preciosa iniciativa se pretende poner de relieve en este tiempo la figura del gran evangelizador que fue san Pablo. A lo largo de este año, cada cristiano tiene la oportunidad de entrar en la hondura de la peripecia de la vida del Apóstol y conocer sus caminos apostólicos. Mucho es, en efecto, lo que se puede encontrar en la vida, la misión y, sobre todo, en los escritos de este israelita que «fue alcanzado» por Jesucristo, iluminando su vida de buscador incansable.

Lo hermoso es que, guiados por el Apóstol, podremos escrutar las insondables riquezas de Cristo y descubrir nuestra identidad cristiana en la comunión de la Iglesia como misioneros enviados a anunciar el Evangelio. Para todos, sacerdotes, religiosos y seglares, al acercarnos a san Pablo, es posible renovar nuestra vida hasta poder decir con él «para mí mi vida es Cristo». Debe ilusionarnos llevar hasta los jóvenes esta convicción: estar atentos al paso de Jesús por sus vidas, para tener la oportunidad, como san Pablo, de que Cristo les llame por su nombre, y experimentar qué se siente cuando el Señor llama y, sobre todo, cómo se le responde.

Como todos los años jubilares, además de ser ocasión de ahondar en nuestra fe y vida cristiana, éste es también un tiempo de peregrinación para alcanzar gracias. Por eso se conceden especiales favores espirituales: indulgencia plenaria con las condiciones previstas (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Romano Pontífice, y participación en una acción sagrada o en un ejercicio piadoso celebrado en torno a san Pablo). Señalo como días jubilares especiales el domingo 25-1-2009 (conversión de san Pablo), el primer Domingo de Cuaresma, el segundo Domingo de Pascua, y el ya anunciado por el Papa, día de la Solemnidad de san Pedro y san Pablo.

Quien esté realmente impedido —por ejemplo, por una enfermedad— para participar en los momentos y lugares que se señalan, puede ganar la indulgencia plenaria durante el Año convocado. Para ello debe unirse «espiritualmente a una celebración jubilar en honor de san Pablo» y ofrecer «a Dios sus oraciones y sufrimientos por la unidad de los cristianos».

En nuestra Archidiócesis, será posible alcanzar las gracias del Año paulino si peregrinamos a los siguientes templos: Santa Iglesia Catedral de Valladolid, iglesia San Pablo de los PP. Dominicos de Valladolid y Parroquia San Pablo de San Pablo de la Moraleja (Valladolid).

Ruego a todos los sacerdotes que pongan de relieve ante los fieles a lo largo de este año la figura de san Pablo, y que promuevan encuentros con el Señor a través de la figura del Apóstol, peregrinando a algunos de los lugares señalados. Tal vez algunos fieles tengan la oportunidad de participar en una peregrinación a la Basílica de San Pablo Extramuros en Roma.

Por intercesión de san Pablo, pido al Padre de los cielos que obtengamos un conocimiento cada vez más vivo de Cristo y un seguimiento de su Persona siempre más profundo.

Dado en Valladolid, a uno de octubre de dos mil ocho.

† Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo de Valladolid