Arzobispo
Braulio Rodríguez Plaza

Imprimir A4  A4x2  A5  

Carta semanal

La familia

28 de diciembre de 2008


Publicado: BOA 2008, 505.


Nada es comparable en calidad, en resonancia afectiva, en ternura, a la palabra “madre” o “padre”. Quienes ya no podemos charlar con nuestros padres cada día, contarles nuestras cosas, vivir con ellos lo que nos sucede a diario porque viven en la otra vida, tal vez apreciamos más el valor hondo de los que dieron origen a nuestra familia. Y a la vez pensamos qué insensatos somos en nuestra sociedad cuando no reaccionamos ante familias rotas, origen de tantos sufrimientos y desajustes personales.

Por eso a quienes de veras les interesa la familia les conviene mucho vivir intensamente la fiesta de la Sagrada Familia. Invitaba yo hace unos días a las familias católicas de Valladolid a un encuentro/fiesta el día 27-12-2008 en el Seminario «sencillamente porque sois familia: abuelos, padres, hijos, nietos, conocidos, jóvenes y mayores». Si los hombres y mujeres se reúnen para celebrar tantas cosas, ¿cómo no hacerlo en esta Navidad, cuando celebramos la vida del hogar de Nazaret y, sobre todo, las personas que allí habitaban, Jesús, María y José? ¿Acaso no necesitamos coraje, ánimo, ilusión para vivir la vocación de esposos, de padres, de educadores en la fe?

¿Nos quedaremos tan tranquilos cuando un alto cargo del partido en el Gobierno de España comentaba, en el lanzamiento de una zafia campaña del Ministerio de Sanidad que incita a los adolescentes al uso del preservativo, que ese Gobierno hará todo lo posible para que los adolescentes sepan utilizar bien el preservativo, con una información clara y precisa? ¿Cómo se pueden reunir tantos disparates juntos? ¿Por qué tenemos que soportar semejante desmesura? ¿Quién es el Gobierno para adoctrinar a los adolescentes, menores de edad, en áreas que competen fundamentalmente a los padres? ¿Por qué nuestros políticos no se dedican a resolver los verdaderos problemas de los ciudadanos, en vez de tratar, con su supuesta progresía, de ganar votos de jovencitos burgueses proporcionándoles “sexo seguro”, que es inseguro y que embrutece?

¿Sabrá algo ese alto cargo de antropología sexual en los adolescentes y de lo que supone en niños y en los mismos adolescentes quemar etapas en la maduración sexual? Tal vez sólo llega a creer que esa maduración consiste únicamente en la posibilidad fisiológica de mantener relaciones sexuales completas. No entiendo esa manía de no ver que el instinto sexual, tan bueno en sí mismo, es también tan potente que sin una educación sexual, no una mera información, produce violencia e incapacidad para un futuro matrimonio.

Queridas familias católicas: tenéis como familia un nuevo papel en la misión de la Iglesia en nuestros días. Sin que se pueda decir que ha pasado ya la hora de los mártires, de los monjes y monjas, de los servidores de la enseñanza o la salud, o de la educación en la fe en la catequesis, a través de los cuales la Iglesia ha manifestado de modo especial, en distintos momentos de su historia, la fuerza atractiva del mensaje de curación y de luz del que es portadora, no parece descaminado, en opinión del Papa, afirmar que la familia cristiana puede ser hoy uno de los lugares más aptos para hacer creíble a la Iglesia a los ojos del mundo.

La razón es muy sencilla: en la familia se pone de manifiesto la vocación humana de unidad en la diversidad. Son muchos los que hoy son víctimas de una sociedad fragmentada. María y José, con Jesús niño, os protejan, queridas familias.