Arzobispo
Ricardo Blázquez Pérez

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Carta

Navidad 2013

Deseo a todos la paz y el gozo

25 de diciembre de 2013


Temas: Navidad (felicitación).

Publicado: BOA 2013, 639.


A través de estas líneas saludo cordialmente a la Asociación Belenista de Valladolid y agradezco el servicio que nos prestan actualizando de manera bella, popular y encantadora el nacimiento del Salvador en Belén. Felicito gozosamente la Navidad a los miembros de la Asociación y a cuantos visitan el Belén. Permitidme un par de reflexiones al contemplar al Niño recién nacido por nosotros.

El misterio de la Navidad tiene un centro que irradia en todo el entorno de la Iglesia, de las familias y de la sociedad, comenzando por los pastores y los magos. El foco de luz es este: Los pastores fueron corriendo y «encontraron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre» (Lc 2,16); los magos venidos de Oriente «entraron en casa, vieron al Niño con María, su madre, y, cayendo de rodillas, lo adoraron» (Mt 2,11). Los pastores y los magos reciben la noticia del nacimiento, buscan al Niño, lo reconocen como el Salvador, le ofrecen sus dones y retornan contentos, con la felicidad comunicada por el Misterio de Belén. Esa felicidad deseo yo a todos. ¡Que ante el Salvador se derritan nuestras penas, mueran todos los odios, renazca la esperanza y se fortalezca el camino de la fraternidad! La palabra “Belén” significa ‘casa del pan’: ¡que aprendamos a compartir el pan de cada día!

La segunda reflexión se inspira en la manera como san Juan, al comienzo de su evangelio, anuncia el misterio de la encarnación del Hijo de Dios: Jesús, el Niño nacido en Belén, es Dios y hombre; la majestad divina asume la humildad; el poder, la debilidad; la eternidad, la mortalidad. En palabras de san Juan de la Cruz: «El llanto del hombre está en Dios, y en el hombre la alegría». Ante el Hijo de Dios, hecho pobre por nosotros, nos postramos y reconocemos su gloria, que resplandece en el pesebre. «Y el Verbo se hizo carne... y hemos contemplado su gloria» (Jn 1,14). Deseo a todos la paz y la alegría que se difunden desde Belén.