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Acta

Asamblea Plenaria 1/2014

Unión y cooperación entre los presbíteros \\en una nueva situación \\del presbiterio y de la acción pastoral

29 de abril de 2014


Temas: Archidiócesis de Valladolid (pastoral) y diaconado permanente.

Publicado: BOA 2014, 125.


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A las 10:30 h del 29-4-2014 se reunió en el Centro de Espiritualidad la Asamblea Plenaria del Consejo Presbiteral, presidida por D. Ricardo Blazquez Pérez, arzobispo de Valladolid.

Comenzamos con el rezo de la Hora intermedia y la invocación al Espíritu Santo. Después de unas palabras de saludo de D. Ricardo, elegimos como moderador a D. Miguel Ángel Vicente Ruiz. El Secretario da lectura al Acta de la sesión anterior, de fecha 13-12-2013, sobre “Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización” , que fue aprobada por la Asamblea.

El Sr. Arzobispo informa de que la aportación que ha hecho la Archidiócesis de Valladolid para la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos fue enviada en enero a la Secretaría de la Conferencia Episcopal Española.

Siguen unas palabras que abren los trabajos de esta sesión del Consejo Presbiteral: Un saludo que no quiero que sea rutinario, sino que sea un saludo pascual, por la victoria hoy de Cristo sobre la muerte; el Resucitado debe hacernos vencer cansancios que llegan a todos. Os agradezco vuestro trabajo y la sesión de hoy. Recuerdo a los sacerdotes fallecidos recientemente, que han sido muchos, y de modo especial a D. José Delicado Baeza ; hoy se presentará un número extraordinario de Iglesia en Valladolid que recoge de manera cariñosa su ministerio episcopal en Valladolid.

A continuación hace un comentario con motivo de la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II: Fue una jornada histórica, un acontecimiento histórico para la Iglesia católica y también para la sociedad. El hecho de que dos papas de los últimos tiempos hayan sido canonizados juntos con la presencia de dos papas es muy significativo. Los dos papas Juan XXIII y Juan Pablo II son dos grandes personalidades, dos grandes papas y dos grandes santos; podemos decir que llevamos más de un siglo con unos papas que han vivido su ministerio con signos magníficos de su identidad o identificación con Cristo. Juan XXIII abrió a la Iglesia a unos tiempos nuevos; fue un papa espontáneo que rompió los convencionalismos, y pocos meses después anunció su intención de convocar un Concilio, que abrió a la Iglesia al tiempo moderno. Juan Pablo II fue un gigante en muchos campos: en su magisterio, sus viajes, su relación con el mundo de la cultura, la caída del marxismo, las jornadas de la juventud, etc. La plaza de San Pedro, la vía de la Conciliación y algunas otras plazas de Roma estaban llenas; unos 800 000 peregrinos siguieron la canonización en la calle. En su homilía , el papa Francisco dijo sobre Juan XXIII que fue un papa dócil a las mociones del Espíritu Santo, un guía guiado por Él; y sobre Juan Pablo II, que fue el papa de la familia, y lo unió al camino sinodal que ha iniciado la Iglesia.

En relación al tema que vamos a tratar hoy, “Unión y cooperación entre los presbíteros en una nueva situación del presbiterio y de la acción pastoral”, el enunciado es largo, pero recoge los ingredientes fundamentales del trabajo de esta mañana:

“Unión y cooperación entre los presbíteros”: Partimos de unos principios teológicos pastorales; por razón de la ordenación, hay una fraternidad sacramental. La ordenación nos incorpora al orden de los presbíteros, que se concreta en el presbiterio de la diócesis; por eso, ningún sacerdote puede ir por libre. Esto ha de manifestarse en todos los ámbitos de la vida; todos participamos en la misma misión pastoral, en la misma vida de la Iglesia diocesana.

“En una nueva situación”: Venimos diciendo que estamos viviendo una nueva época. Ya Juan XXIII dijo al anunciar el Concilio que estamos en un momento nuevo, y que se pide a la Iglesia que introduzca en las venas de la humanidad la virtud perenne del evangelio. Vivimos una situación de novedad del mundo rural respecto al mundo urbano: la proporción de habitantes de cada uno ha cambiado mucho con el aumento de la población en la ciudad y su alfoz, y el descenso de población y vitalidad en el mundo rural; también influyen el aumento de las residencias de ancianos, la presencia en los tanatorios, las urbanizaciones alejadas de los centros de población, y la movilidad que hay en la sociedad. Y en la Iglesia, en otros momentos los presbíteros estaban acompañados por la familia, hoy hay mucha soledad; también el ambiente agresivo en la sociedad contra ella, y la falta de respeto a la Iglesia en el ámbito social.

“Del presbítero y de la acción pastoral”: Somos menos presbíteros; las tareas clave, la evangelización y la transmisión de la fe, tienen que ocupar un lugar primordial. El nuevo Directorio Diocesano de los Sacramentos de Iniciación Cristiana nos tiene que llevar a los cimientos de la vida cristiana: la predicación del evangelio, los sacramentos y la caridad. La garantía de la misión de la Iglesia es vivir nuestra identidad como presbíteros, con un gran sentido de Iglesia, una formación permanente, una relación íntima con el Señor y una relación estrecha con los laicos, pidiendo colaboración, agradeciéndola y sosteniéndola con la ayuda del Espíritu Santo.

La tarea que nos hemos propuesto es esa; en ese marco, busquemos entre todos soluciones y pasos.

Concluidas las palabras de D. Ricardo, se sigue el orden del día, y los arciprestes informan sobre la presentación del nuevo Directorio Diocesano de los Sacramentos de Iniciación Cristiana, que se ha realizado con una participación satisfactoria. Se han repartido dos mil ejemplares y se ha hecho una reedición de seiscientos.

A continuación, se presentan las aportaciones al presente Consejo Presbiteral.

D. Miguel Ángel Vicente Ruiz habla del mundo rural, en concreto de los arciprestazgos de Campos y Pinares, de los que le han llegado aportaciones, destacando los siguientes aspectos:

● Necesidad de una reflexión profunda para ver a largo plazo.

● Orientaciones claras, sobre todo para los pueblos pequeños.

● Clarificación de los temas de las unidades parroquiales, las celebraciones en espera de presbítero, las capellanías de religiosas contemplativas y los tanatorios.

● Respecto a las cofradías, no se ven como un campo para la evangelización.

● Importancia de las Delegaciones de Apostolado Seglar y de Religiosidad Popular.

El arcipreste de Medina del Campo manifiesta que el 90% de los presbíteros de dicho Arciprestazgo tienen alguna colaboración en la pastoral de la ciudad de Valladolid. Se apunta la necesidad de ayuda los domingos y también aparece la atención a los monasterios de religiosas.

El arcipreste de Alrededores indica que se habló de los pueblos pequeños, de la escasa preocupación por la pastoral juvenil y de la necesidad de los presbíteros de estar abiertos y disponibles para la colaboración entre el mundo rural y el urbano.

D. Fernando García Álvaro expone las aportaciones de los grupos de la ciudad:

● Frecuente sensación de que estamos sobrepasados por la situación; la urgencia de algunas situaciones nos hace poner parches a los problemas.

● Cuestiones que hay que abordar: urbanizaciones, unidades parroquiales o pastorales, eucaristías dominicales con poca asistencia, número excesivo de celebraciones, capellanías de los colegios de religiosos/as y tanatorios.

● Algunas dificultades: no podemos atender todos los campos de la pastoral; los nombramientos se hacen en clave muy personal; hay una sensación de aislamiento, cada presbítero hace en su campo lo que puede; y hay una escasa relación y comunicación entre el mundo rural y el urbano.

● Posibles soluciones: descentralizar la parroquia y hacer equipos de evangelización; ver qué estamos haciendo y marcar lo que es más urgente; y abordar la organización y el trabajo en equipo.

A las 12:15 se abre un período de descanso, que concluye a las 12:45. Toma la palabra D. Ricardo, que apunta varias cuestiones:

● Necesitamos aterrizar mucho más, porque los análisis hablan de generalidades y no concretamos. Nos falta una presentación de datos para darnos cuenta de la situación.

● Sobre las tareas que tenemos los presbíteros, hay que distinguir entre tareas ocasionales, personales y de encargo pastoral.

● A la hora de hablar de la atención a las comunidades de religiosas, hay que tener en cuenta que no es lo mismo una comunidad contemplativa que una de vida apostólica.

● Hay que pensar de una manera eficaz sobre la celebración de la misa dominical; no se deben celebrar más de tres eucaristías.

Los presbíteros van realizando algunas aportaciones:

● Hay necesidad de una mejor información y conocimiento de la situación, que lleve a los presbíteros a una toma de conciencia de la responsabilidad personal para afrontar el desafío presente de la evangelización. Para eso, sería bueno hacer una tabla en cada arciprestazgo y parroquia con una información precisa de las tareas, los campos de trabajo, el personal asignado y los nombramientos oficiales y a título personal.

● Es importante la actitud sacerdotal de disponibilidad, generosidad y obediencia, y evitar las encomiendas personales.

● Deben apuntarse líneas comunes de actuación en campos como los templos penitenciales, las capellanías de religiosos/as y las residencias de ancianos.

● Hay que fijar los retos y acentos esenciales que permitan organizar el trabajo.

● Han de priorizarse algunas actuaciones pastorales, como la atención a los jóvenes que están en colegios y cofradías, muchos de los cuales viven en barrios nuevos y urbanizaciones, y la atención a las residencias de ancianos y enfermos, y a los tanatorios.

● Debe tenerse en cuenta a los laicos y a los religiosos.

D. Ricardo apunta dos tareas fundamentales: la atención a los sacramentos de iniciación cristiana, y armonizar el triángulo familia-parroquia-escuela católica. Y recuerda que no se trata solo de atender las realidades actuales, sino también de pensar en el futuro, para lo que es insustituible la participación de los laicos, que necesitan formación y preparación.

Y ya para concluir la mañana, el rector del Seminario informa de la celebración del Día de San Juan de Ávila, que será el lunes 12-5-2014, y de la celebración del 50º Aniversario del edificio del Seminario.

Después de la comida se reanuda el trabajo a las 16 h, para abordar el tema del diaconado permanente.

D. Ricardo informa de que ha llegado de Roma la aprobación del Documento de los obispos españoles sobre la formación de los diáconos permanentes.

D. Luis Javier Argüello García hace un recorrido de la breve historia del diaconado permanente en nuestra Diócesis. El 1-1-1988, D. José Delicado Baeza instauró en nuestra Diócesis el diaconado permanente , aprobó un Directorio y nombró una Comisión responsable de implantar este ministerio ordenado dentro de la Diócesis. La Santa Sede y la Conferencia Episcopal Española aprobaron unas normas en 1998 y 2000 , respectivamente, y nuestro Consejo Presbiteral trató este tema el 11-12-2006 . En nuestra Diócesis han sido ordenados diez diáconos, de los cuales uno fue ordenado presbítero, y actualmente hay dos candidatos.

D. Miguel Ángel Vicente presenta la aportación del mundo rural, señalando que es un ministerio importante y que podrían atender hospitales, tanatorios y celebraciones dominicales en espera de presbítero.

D. Fernando García Álvaro presenta las aportaciones de los grupos de la ciudad:

● El equipo o comisión responsable puede estar compuesto por el rector del Seminario, un director espiritual y otro sacerdote.

● Los lugares de su pastoral pueden ser la pastoral familiar y prematrimonial, los enfermos, Cáritas, la administración de los bienes de las parroquias y la pastoral de exequias.

D. Ricardo valora positivamente, en su conjunto, la realización de la misión y vocación de los diáconos en nuestra Diócesis, y pide que se puedan dar nombres para este equipo de formación de los diáconos permanentes.

Las informaciones fueron sobre la Fiesta de san Juan de Ávila y sobre la nueva situación de la Residencia de Ancianos de las Hermanitas de los Pobres, que pasará a manos de la Congregación Marta y María.

Para concluir, se pide que la Comisión Permanente establezca la forma de trabajo para la próxima sesión del Consejo Presbiteral y que ofrezca una ficha para completar los datos de cada arciprestazgo y apuntar los retos pastorales que creemos que hay que afrontar.

Con una oración final, concluyó esta Asamblea a las 18 h.

De lo que doy fe como secretario, en Valladolid, a 29 de abril de 2014.

Jesús Fernández Lubiano, Secretario