El Papa Francisco siempre ha estado al lado de los que más sufren, una muestra de ello fue la decisión de abrir un Fondo de Emergencia Internacional a través de Obras Misionales Pontificias para sostener el trabajo que la Iglesia misionera ha realizado y realiza en esta crisis sanitaria, y de esta manera, apoyar a los que más están sufriendo las consecuencias de la pandemia provocada por el COVID-19. Nuestra Diócesis al igual que el resto del país se unió a esta iniciativa con la campaña #Ahoramásquenunca.
Pasados unos meses podemos decir que la respuesta que ha habido a esta invitación del Santo Padre ha sido positiva, porque por el momento a nivel nacional, se han recaudado más de 405.000 euros. Una cantidad que refleja que lo que nos duele nos motiva a ser solidarios. Según nuestro delegado de misiones, Javier Carlos Gómez, gracias a este fondo se están enviando cantidades, que ronda los doce mil euros, a las zonas más vulnerables del mundo en las que están desarrollando diferentes actuaciones centradas en la Sanidad.
Si con nuestra calidad de vida, a nivel de medios y de posibilidades, lo que hemos vivido ha sido complicado, nos es fácil imaginar la dura realidad que otros han tenido que padecer con menos privilegios. Realidad que palpan día a día los 183 misioneros de nuestra Diócesis que se encuentran principalmente ejerciendo su labor evangelizadora en Centroamércia y Sudamérica.