Construir el futuro con los migrantes y refugiados (23 y 25 de septiembre)

Construir el futuro con los migrantes y refugiados (23 y 25 de septiembre)

19 septiembre, 2022

‘Construir el futuro con los migrantes y los refugiados” es el tema elegido por el Santo Padre para la 108ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (JMMR), que se celebra el próximo domingo, 25 de septiembre. El papa Francisco destaca para esta convocatoria el compromiso al que todos estamos llamados a poner en práctica para construir un futuro que responda al plan de Dios, sin excluir a nadie.
La Iglesia celebra la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado desde 1914. Es siempre una ocasión para expresar nuestra preocupación por la diferentes categorías de personas vulnerables en movimiento; para rezar por ellos mientras enfrentan a muchos desafíos; y para sensibilizar sobre las oportunidades que ofrecen las migraciones. En este caso, “construir con” significa, ante todo, reconocer y promover la aportación de los migrantes y los refugiados a esta obra de construcción, porque solo así se podrá edificar un mundo que garantice las condiciones para el desarrollo humano integral de todos los seres humanos.
El mensaje (descargable en archivalladolid.org), dividido en seis subtemas, profundiza algunos componentes esenciales de la aportación de los migrantes y refugiados –real y potencial– al crecimiento social, económico, cultural y espiritual de las sociedades y de las comunidades eclesiales.
Celebración en Valladolid
Para conmemorar esta jornada, desde la delegación de Migraciones se ha programado una Eucaristía, el día 25, a las 13:00 horas en la parroquia de Nuestra Señora de la Merced de la capital (calle Saturno, 21) y presidida por nuestro arzobispo, don Luis Argüello, y una posterior comida de hermandad con inmigrantes en el parque de La Victoria Junto al Canal de Castilla (con la alternativa de los locales parroquiales en caso de lluvia).
Dos días antes, el viernes 23, a partir de las 18:00 horas, en la Plaza de la Universidad, quienes lo deseen podrán participar de nuevo en las ‘bibliotecas Humanas’, una iniciativa organizada en colaboración con el Centro Albor, Encuentro y Solidaridad y Red Íncola. “Se trata de un acto muy bonito, en el que media docena de inmigrantes de diferentes perfiles (un trabajador social, en el caso de las víctimas de la trata), se sientan a responder a las preguntas que les formulan tres o cuatro personas sobre su experiencia vital, y van rotando”, explica el delegado, Patricio Fernández. Las bibliotecas humanas nacieron en Dinamarca en torno al año 2000 con el objetivo de compartir experiencias a través del contacto humano. En ellas, la idea no es prestar libros, sino compartir historias personales para romper estereotipos y acercar realidades que en la mayoría de los casos nos parecen muy alejadas de nuestra vida diaria.