Don Ricardo Blázquez pide por un trabajo digno en la celebración del 50 aniversario del MMTC

Don Ricardo Blázquez pide por un trabajo digno en la celebración del 50 aniversario del MMTC

24 julio, 2017

Con motivo de la celebración del 50 aniversario del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC), don Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid, ha presidido la Eucaristía el día 20 de julio en Ávila.

Don Ricardo Blázquez ha querido comenzar la homilía agradeciendo y felicitando a todos los miembros de MMTC por todo el esfuerzo y trabajo desarrollado a lo largo de estos años, aunque también ha querido trasladar su sentimiento de preocupación ante la situación de cambio actual que sufre el trabajo dada su escasez y precariedad. “La incidencia que tienen los avances técnicos, bendito sea Dios, que pone a nuestra disposición el trabajo laborioso y el éxito de tantas personas, también nos introduce interrogantes muy serios sobre la distribución del trabajo” ha dicho.

“Es humillante, que a una persona de la forma que sea se le impida que se gane el pan con el sudor de su frente, por la destrucción del trabajo, el trabajo sumamente precario, muy coyuntural o insuficientemente remunerado”. Don Ricardo Blázquez

El trabajo un derecho y un deber para el ser humano y su desarrollo. El arzobispo de Valladolid ha hablado de la importancia de desarrollar una actividad laboral para contribuir de manera generosa al progreso social, familiar y personal. Es por eso que el cardenal Blázquez ha insistido en que “la persona y el trabajo son realmente inseparables en el proyecto de Dios” y ha querido precisar que “forma parte del dominio que el Señor nos da sobre la tierra y la historia, con el trabajo también estamos contribuyendo, a la mejora del mundo, de nuestra sociedad”.

Don Ricardo Blázquez ha pedido por un trabajo digno para todos porque según sus propias palabras una persona que no trabaja es una persona frustrada, y todos debemos tener la posibilidad de aportar nuestro granito de arena para la construcción del mundo, a través de nuestro esfuerzo y trabajo, con una remuneración digna que nos permita ganarnos el pan.