La Diócesis, presidida por su pastor, nuestro arzobispo don Ricardo Blázquez, convocó a toda la comunidad diocesana el sábado, 19 de junio, en la Catedral, donde se celebró la tradicional Vigilia de Pentecostés para invocar y acoger al Espíritu Santo con el propósito de que siga enriqueciendo nuestra Iglesia con la diversidad de los dones y carismas de sus miembros, instituciones y comunidades cristianas.
“Esta noche, pedimos a Dios, nuestro Padre, que nos envíe su Espíritu. Tenemos una oración preciosa en la que le llamamos Padre de los pobres. Y los pobres somos nosotros. Necesitamos el don del Espíritu Santo, si no, el vacío en nuestro interior es inmenso. El desánimo general puede apoderarse de nosotros…. Si somos libres en el Señor y con el Espíritu Santo formamos una comunión profunda. Esta noche, pedimos a Dios, nuestro Padre, que nos envíe su Espíritu”, explicó nuestro Pastor en la Vigilia.
Al día siguiente, en la Catedral, don Ricardo presidió asimismo la festividad de Pentecostés y, junto al deán, José Andrés Cabrerizo, y a otros miembros del Cabildo, administró el sacramento de la Confirmación a ceca de ochenta adultos.
