Evangelios del domingo comentados. Marzo de 2024
3 de marzo de 2024
Tercer Domingo de cuaresma
“Y encontró en el templo a los vendedores” (Jn 2,13-25)
Mercaderes en el templo, dinero que pasa de unas manos a otras, este es el panorama que contempla Jesús y que le remueve las entrañas. El celo por la Casa de Dios le devora. Le vemos echando con un azote de cordeles todo lo que no lo dignifica. También a nosotros nos tiene que devorar su mismo celo. Si para Jesús, el Templo de Jerusalén era la casa del Padre, nuestras iglesias son la casa de nuestro Señor. ¿Están limpios nuestros templos? ¿Tenemos buenos ornamentos? ¿Cuidamos con esmero los objetos litúrgicos? ¿Son nuestras iglesias espacios de silencio y oración en los que apagamos el móvil? ¿Honramos al Señor en el sagrario con la genuflexión fervorosa y nuestras visitas frecuentes? Respondámonos con sinceridad.
10 de marzo de 2024
4º Domingo de cuaresma
“El que cree en él no será juzgado” (Jn 3, 14-21)
Dios viene a salvar, el hombre es quien se condena. Dios no mando a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. Jesús te tiende su mano en el sacramento de la Penitencia, hay que ir a la luz para obrar la verdad, por eso preferir las tinieblas a la luz y rehusar tomar su mano es condenarse a sí mismo. El que rechaza la salvación se pierde para siempre. Y Dios en vez de darnos unos azotes nos llora porque respeta nuestra libre adhesión a Él, nos ha dado libertad. Cuando mires al Crucificado, contempla su llanto, porque habiéndonos salvado a todos con tan horribles padecimientos en el cuerpo y en el espíritu, no todos le tomaran de la mano, no todos acogerán el fruto de la redención.
17 de marzo de 2024
5º Domingo de cuaresma
“Lo he glorificado” (Jn 12,20-33)
Le glorificamos cuando nos dejamos prender por Jesús, no queramos nuestros proyectos mezquinos, sigamos los de su Amor eterno e infinito. Consiste en dejarse quitar la vida que es lo más sabio, ya que quien quiera ganar la vida la perderá pero quien la pierda por Cristo la ganará. Por eso, no te resistas y déjate prender por Jesús y como Jesús para que Él se sirva de ti para la conquista de los corazones. No uses a las personas, ni te escondas para no ser molestado, ni escojas lo que te lleve a vivir más cómodamente. ¡Déjate encender por su Amor redentor! A Cristo nadie le ha robado la vida sino que Él la entregó porque quiso. Se dejó sujetar y llevar, así nos ganó el corazón. ¡Cuánto más te dejes prender más libre serás para amar!
24 de marzo de 2024
Domingo de Ramos
“Id a la aldea de enfrente” (Mc 11,1-10)
Este domingo es un día alegre, sacamos nuestros ramos y le damos la bienvenida al Señor: “¡Bendito el que viene en nombre del Señor!”. La alegría todo lo llena. Sin embargo, llegado el viernes santo hay que abrazar la cruz, este día ya no se pinta tan alegre y soleado, más bien es la hora de las tinieblas. Cuando la angustia oprime el corazón es cuando hay que mirar a María de pie junto a la Cruz y permanecer a su lado consolando su Corazón Inmaculado. Ella te lleva a mirar a Jesús y hace que dejes de mirarte a ti mismo. Vive esta Semana Santa preparándote para no escapar del viernes santo y participaras del gozo de Cristo resucitado. Haz firme propósito de cuidar todos los viernes del año, especialmente los Primeros Viernes de mes. Jesús sigue dolido por nuestros pecados.
31 de marzo de 2024
Domingo de Resurrección
“La losa quitada del sepulcro” (Jn 20, 1-9)
En el día más alegre de la historia, la liturgia nos presenta un sepulcro. “María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro”. Es sorprendente la manera que tiene Dios de anunciarnos la vida pues el sepulcro es símbolo de la muerte. Pero la Iglesia nos presenta el sepulcro porque este está vacío. Jesús ha roto la muerte, ha abierto la eternidad. Y ahora Jesús triunfador de ella, está en el cielo, en el altar, en el sagrario, en nuestras almas en gracia, en nuestros cuerpos cuando comulgamos. Todo esto es el gozo, la alegría del corazón. ¡Dios ha resucitado! Y esta realidad no es una verdad que pase, desde hace más de 2000 años su sepulcro sigue vació, los de los demás no. Búscale donde está la vida. ¡Feliz Pascua!