Manos Unidas

Antonio Álvarez, nuevo presidente-delegado de Manos Unidas en Valladolid

21 de noviembre de 2025


Después de varios años con una comisión gestora, debido a la falta de candidatos, Manos Unidas tiene nuevo presidente-delegado en la Archidiócesis de Valladolid.

Se trata de Antonio Álvarez. Madrileño de nacimiento, pero afincado en Valladolid desde los años setenta del pasado siglo, toma el testigo de José María Borge, quien llevaba 10 años al frente de esta delegación de la entidad y “necesitaba”, apunta el nuevo presidente-delegado, “un relevo”.

A este laico comprometido, padre de familia y abuelo, el “esfuerzo” del propio Borge y de otros cargos de Manos Unidas, también a nivel nacional, le empujaron a dar el paso y subir un escalón más, a sus 77 años de edad, en su nivel de compromiso con una entidad de la que destaca “su trabajo”.

Elegido por los propios socios de Manos Unidas para un período —prorrogable—de tres años, se marca como principales objetivos “potenciar” la relación con las más de 300 parroquias de la Archidiócesis vallisoletana, “que es muy importante”, puntualiza, así como un acercamiento a los jóvenes, para que su “movimiento” pueda repercutir positivamente en la actividad de la entidad en Valladolid.

Su experiencia laboral de décadas comercializando material de laboratorio, que le sirvió para “vencer la timidez y algunos miedos”, reconoce a IEV, confía en que le sea de ayuda en esta nueva encomienda para la que se compromete a “tratar a todo el mundo desde el respeto, que es lo más importante”.

Nueva sede de Manos Unidas

Manos Unidas cuenta en la Archidiócesis de Valladolid con 130 voluntarios y, desde el pasado mes de junio, con una nueva sede en la calle Santuario, 27, frente a la Basílica-Santuario Nacional de la Gran Promesa.

Esta nueva ubicación le ha permitido a la entidad ganar en visibilidad, lo que está favoreciendo a su vez que “mucha gente”, asegura Álvarez, se sienta invitada a entrar a la sede para conocer de primera mano su labor.

Con una experiencia de más de 66 años, la labor de esta ONGD es sinónimo de garantía, ya que destina el 85 por ciento de su recaudación a la financiación de proyectos que realizan sin ningún intermediario. El porcentaje restante, apenas un 15 por ciento, lo emplea para gastos de infraestructura.