Archidiócesis de Valladolid
La Iglesia sensibilizará sobre el drama de la trata de personas, la explotación sexual y laboral con varias acciones en Valladolid
3 de octubre de 2025
La Archidiócesis de Valladolid, a través de su Servicio de Desarrollo Humano Integral, llevará a cabo distintas acciones durante los meses de octubre y noviembre para sensibilizar al conjunto de la ciudadanía sobre el drama de la trata de personas, la explotación sexual y laboral.
Estas acciones, que se han presentado hoy en rueda de prensa y se enmarcan en el proyecto social propuesto por la Conferencia Episcopal Española (CEE) para el Año Santo que la Iglesia Católica está celebrando bajo el lema ‘Peregrinos de Esperanza’, servirán también para dar a conocer la respuesta que “desde hace más de un siglo”, según ha destacado el coordinador de este Servicio, el presbítero diocesano José Colinas, “viene dando la Iglesia, acogiendo a las personas, acompañando sus procesos y restaurando su dignidad agraviada” a través de distintas congregaciones religiosas, como las Adoratrices y las Oblatas, y entidades ligadas a la Iglesia Católica, como Cáritas Diocesana y Red íncola.
Con el objetivo de visibilizar y concienciar acerca de esta realidad social, pero también para contribuir a su prevención, la Archidiócesis vallisoletana ha organizado cinco talleres de sensibilización. Se celebrarán los días 7, 9, 15, 17 y 20 de octubre en las localidades de Mayorga de Campos, Villagarcía de Campos e Íscar y las parroquias de San Vicente de Paúl y Santo Tomás de Aquino, ambas en Valladolid, respectivamente. Todos ellos, a las 17:00 horas, salvo el de Íscar, que se celebrará a las ocho de la tarde.
Por último, los días 5, 12 y 19 de noviembre, a las 19:00 horas, las instalaciones del Estudio Teológico Agustiniano, en Valladolid, acogerán las jornadas ‘La esperanza después de la trata’. En este ciclo de conferencias intervendrán Carmen Meneses, profesora e investigadora de la Universidad Pontificia Comillas; María Francisca Sánchez, directora del Secretariado de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad Humana de la CEE; y, por último, Luis Ángel Ortega, fiscal Provincial del Juzgado de Instrucción Nº 4 de Valladolid.
Estas acciones conjuntas de la Iglesia diocesana, Adoratrices, Oblatas, Cáritas y Red Íncola nacen con vocación de continuidad y todas ellas con el objetivo de lograr el compromiso de la ciudadanía “para que, entre todos, como peregrinos de esperanza”, ha afirmado Colinas en alusión al lema del Año Santo, “podamos construir un mundo de mujeres y hombres libres”.
La labor de la Iglesia en Valladolid
En Valladolid, el Centro Albor de las Oblatas del Santísimo Redentor lleva casi tres décadas proporcionando a mujeres en situación de prostitución y posibles víctimas de trata y/o explotación sexual “una acogida auténtica, basada en la cercanía, el respeto la confianza y la gratuidad”, según ha explicado la coordinadora del Centro, Belen García, poniendo a disposición de estas mujeres “un espacio donde poder llevar a cabo un proceso de recuperación personal”. Todo ello, con el objetivo de facilitar su “autonomía plena” y su “integración social, cultural y laboral”.
Del 1 de enero al 30 de septiembre de 2025, en el Centro Albor han atendido a 583 mujeres. “De las cuales”, según ha explicado García, “ocho, identificadas como víctimas de trata por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado; 27, que han verbalizado haber sido víctimas de trata o tenemos indicios suficientes para pensarlo; y 235, que pueden estar siendo víctimas de explotación sexual”. En su mayoría, migrantes, y que, en el caso concreto de la trata de personas, “aunque les explicamos que es un delito”, ha lamentado la coordinadora del Centro, “a veces no quieren denunciar por miedo, vergüenza o sentimiento de culpa”.
Trabajo conjunto
En Red Íncola, donde trabajan conjuntamente ocho instituciones religiosas, gracias a la puesta en marcha junto al Centro Albor de los proyectos Andreia y KLEOS, ambos sostenidos con fondos europeos, han podido formar, primero, a profesionales en la identificación y acompañamiento a víctimas de trata y, posteriormente, ofrecer a cinco mujeres que habían sido víctimas de trata formación como mediadoras interculturales para que estas, a su vez, puedan identificar y acompañar a otras mujeres.
A Red Íncola acuden mayoritariamente mujeres migrantes y “la barrera del idioma”, según ha explicado su coordinadora de Acción Social, María Miranda, “es un obstáculo importante en situaciones de riesgo”. Por este motivo son necesarios mediadores interculturales, además de trabajadores sociales.
El acompañamiento a personas que son o han sido víctimas de trata, explotación sexual y/o laboral es “complejo” y “requiere trabajo conjunto y especialización”, ha reconocido Miranda, quien ha agradecido la “colaboración” de Cáritas Diocesana, que, pese a no disponer de proyectos específicos en Valladolid, sí ofrece “acogida residencial” y “atención psicológica y social” en su Programa de Mujer, donde, de media, atienden a 150 mujeres al año. “Entre ellas”, según ha explicado la coordinadora de este Programa en Valladolid, Raquel García, “algunas supervivientes de trata y de situación de prostitución”.
García ha querido también llamar la atención sobre los hijos de estas mujeres. “Ellos también son víctimas”, ha advertido, de una realidad que acarrea “vidas rotas”, “traumas”, “rupturas sociales” y “efectos en la salud física y emocional”. Unos efectos de los que las mujeres “tardan muchísimo en recuperarse” y para cuya recuperación efectiva, tanto social como espiritual, también trabajan la Iglesia diocesana, congregaciones religiosas, como las Adoratrices y las Oblatas, y entidades ligadas a la Iglesia Católica, como Cáritas y Red íncola.