Parroquia Nuestra Señora de la Merced

Siete novicios celebran en la Parroquia de Nuestra Señora de la Merced de Valladolid su profesión simple antes de volver a África

12 de septiembre de 2025


Llegaron como novicios de la Orden de la Merced hace un año a Valladolid, procedentes de Burundi, Camerún, Congo y Ruanda. Y, tras la que ha sido la primera experiencia de un noviciado en España con mercedarios africanos, Yannick, Janvion, Aristote, Olivier, Eric, Clovis y Jean Claude regresan a África, habiendo hecho ya su profesión simple en la Parroquia Nuestra Señora de la Merced, para completar ahora en Camerún cuatro años de estudios en Teología antes de poder profesar solemnemente su vocación religiosa.

El pasado 6 de septiembre estos siete novicios dijeron “sí, quiero seguir a Cristo con mayor perfección” y se revistieron con la túnica amarfilada de los mercedarios tras asumir el cuarto voto —además de los de obediencia, pobreza y castidad— de la Orden, que los compromete desde entonces a “dar la vida por la redención de los cristianos cautivos”.

Vida parroquial y comunitaria

Asegura a IEV el padre José Ignacio, responsable de la comunidad mercedaria en Valladolid, que este último año ha supuesto para esta comunidad “una revolución total”. Superadas las barreras del idioma y del “miedo” que, reconoce, “teníamos a la integración” en pleno año de noviciado, que, explica, debe servir “para el recogimiento, la profundización en lo espiritual y la oración”, el balance para la Orden de la Merced en Castilla es positivo: “Ha sido una experiencia fascinante de fe y convivencia”. Experiencia con la que también la Parroquia que regentan los mercedarios “se ha visto enriquecida”. En este tiempo “se ha doblado la presencia de personas” en unas celebraciones religiosas que, por la presencia de estos siete novicios, “se han africanizado un poco, con sus ritmos, palmas y bailes”.

El proceso de acompañamiento a estos siete primeros novicios que han podido confirmar en Valladolid su vocación religiosa ha sido “lento, pero seguro y bonito”, sostiene el padre José Ignacio, y allana el camino a los cinco nuevo novicios, también procedentes de África, que darán continuidad a esta experiencia piloto y que llenarán desde mediados de septiembre las habitaciones que dejaron libres sus predecesores en las viviendas de la Fundación La Merced Migraciones.

A estos, más adelante, en el mes de diciembre, se sumará un sexto procedente de Puerto Rico, por lo que la comunidad parroquial seguirá viviendo esta experiencia de comunión formativa y misionera en torno a una fe compartida.