Consejo Presbiteral

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Acta

Asamblea Plenaria 2/2003

Presbítero, educador en la fe...

15 de diciembre de 2003


Publicado: BOA 2003, 523.


El pasado 15-12-2003, a las 10:30 h., se reunió la Asamblea Plenaria del Consejo Presbiteral, presidida por el arzobispo D. Braulio Rodríguez Plaza, asistiendo 35 de sus miembros.

El Secretario inicia el encuentro con un saludo de bienvenida, aludiendo al tema objeto de reflexión: “Presbítero, educador en la fe...”, en el deseo de responder al reto evangelizador. Seguidamente, se comparte un momento de oración: «Estad siempre alegres... El Señor está cerca...» (Flp 4,4-7), en el que, inmersos en el tiempo de Adviento, se invita a vivir en la alegría que la espera del Señor, que viene a salvarnos, suscita en nosotros.

El Sr. Arzobispo, previo saludo de bienvenida a los asistentes, especialmente dirigido a los nuevos miembros del Consejo, urge a la preocupación y cuidado mutuos entre los presbíteros. Ello viene exigido por el hecho de que, ante el desmoronamiento de la fe en las nuevas generaciones, la presencia del presbítero, como educador en la fe, es fundamental para la comunidad cristiana; necesitará, por tanto, vivir en actitud de discernimiento permanente y de ánimo confiado. El reto de la evangelización exige comenzar el anuncio sin prisas y sin miedos, para que puedan surgir cristianos convencidos, arraigados en la Iglesia e insertos en el mundo. Ahí reside la importancia de la iniciación y del catecumenado cristiano, haciendo posible que las comunidades sean madres de verdaderos cristianos.

Finalizada su intervención, es propuesto y elegido como moderador D. Jesús Fernández Lubiano, que da paso a la lectura y breve diálogo en torno a las conclusiones de la anterior Asamblea Plenaria del Consejo Presbiteral, celebrada el día 23-6-2003: “En el camino esperanzado de nuestra Diócesis... Nuevo Consejo Presbiteral-Nuevo curso pastoral” . Habiendo sido leídas por el Secretario, D. Luis Javier Argüello García, Vicario Episcopal de la Ciudad, constata que han sido incorporadas a la Programación Pastoral 2003-2004 y al ejercicio de Revisión de Vida propuesto para este curso pastoral.

A continuación, el P. Ismael García García, S. J. lleva a cabo la exposición-reflexión de la síntesis de las aportaciones de las distintas unidades pastorales del Consejo Presbiteral (7 arciprestazgos de la ciudad y 5 del mundo rural, y 4 unidades pastorales), como respuesta al cuestionario ofrecido en el documento “Presbítero, educador en la fe...”, que profundiza, desde la perspectiva presbiteral, la reflexión propuesta para el XXIII Encuentro de Arciprestes en Salamanca (“Educar en la fe hoy, en este pueblo y en esta tierra”), cuyo resumen se ofrece seguidamente.

1. Papel real que ejercen en la educación y transmisión de la fe la familia, la parroquia, la escuela (colegios religiosos y enseñanza religiosa en colegios estatales) y los ambientes (grupos, movimientos...):

a) Familia (Porcentaje aproximado de familias que cuidan la transmisión de la fe y forma de llevar a cabo esa educación en la fe):

  • Un porcentaje bajo cuida la transmisión de la fe(6)(7-10%(3) y 20%), acompañando a la eucaristía(2), cuidando la oración personal y comunitaria(2), dialogando sobre Dios, acudiendo a reuniones de formación...
  • Una mayoría sólo se preocupa de que sus hijos acudan a la catequesis, a un colegio religioso o que elijan clase de religión(3)(70-90%), enviando a catequesis y asistiendo a reuniones prebautismales(5), que evidencia una cierta transmisión de conductas cristianas...
  • La transmisión de la fe está en manos de los abuelos(4), las madres más que los padres(2), miembros de grupos de laicos en formación y de movimientos (focolares, carismáticos, neocatecumenales, Opus Dei...).
  • b) Parroquia-Catequesis (Momentos del proceso de iniciación cristiana atendidos pastoralmente en las comunidades y tipo de atención):

  • Se atiende el proceso de preparación para la comunión y la confirmación(7), el proceso continuo de la Región del Duero(4), cursillos prebautismales para padres(6) y padrinos(2)...
  • La atención se lleva a cabo mediante reuniones, celebraciones compartidas, convivencias de confirmación, catequesis familiar para la primera comunión, cursillos prematrimoniales en el Arciprestazgo(2), cursillos prebautismales(1), formación de catequistas, dedicación especial de algún presbítero...
  • Algunas inquietudes que se plantean son el creciente desinterés por el sacramento de la confirmación, las motivaciones superficiales que no tienen como meta el seguimiento a Jesús, la pobreza de la catequesis que no transmite experiencia creyente ni pautas de comportamiento cristiano, la mayor preocupación por el método que por el contenido...
  • c) Escuela (Número de colegios religiosos, públicos y privados en el Arciprestazgo, y valoración de su papel en la transmisión de la fe):

  • El número se ofrece con poca precisión, al no conocerse bien esta realidad.
  • La valoración general es de satisfacción por lo que se refiere a las clases de religión, considerándose que los profesores “lo hacen bien” (varios), aunque se expresa alguna reserva sobre su calidad. Si ofrece duda su valor como cauce de transmisión de fe(2), constituyendo más bien un complemento formativo(2), ya que la escuela no constituye su ámbito primordial. Respecto a los colegios religiosos, se reconoce el cuidado de la educación de la fe en momentos de oración, celebración, campañas..., aunque en ocasiones pueda apreciarse una cierta dejación de su ideario en algunos de ellos.
  • d) Ambientes: grupos, movimientos, asociaciones... (Otras presencias de transmisión de la fe en el Arciprestazgo y consideración de su servicio a la educación en la fe):

  • Otras presencias de transmisión de la fe: OFS, Jufra, Acción Católica (JEC), GPJ, Vida Ascendente, Adoración Nocturna y Diurna, Equipos de Nuestra Señora, Neocatecumenales, Grupos de Cáritas, Pastoral de la Salud, Escuelas de Padres, Cofradías, Carismáticos, Asociaciones y grupos en torno a Comunidades Religiosas y Parroquias, movimientos familiaristas y de revisión de vida...
  • Su valoración es muy positiva, sobre todo, su ejemplo de vida. En relación a las cofradías, la valoración es diversa, considerándose que se encuentran en ocasiones divididas, atadas al pasado y necesitadas de formación.
  • 2. Experiencia como presbíteros en la transmisión y educación en la fe en los ámbitos citados:

    a) Familia:

  • La experiencia se califica como muy positiva y satisfactoria(4) o como agridulce, al combinarse momentos de decepción y de gratificación(4). Como ocasiones de contacto y cercanía(8) se citan: celebración de sacramentos y catequesis(5), visita a enfermos(3), encuentros prematrimoniales y matrimoniales(2), acontecimientos familiares(3), diálogo ocasional(2), amistad, convivencia diaria...
  • No obstante, se destacan dificultades personales (desbordamiento en las tareas, que dificulta el seguimiento personal(2), necesidad de oración(2), falta de formación, y de medios humanos y materiales, soledad...) o ambientales (indiferencia(3), dificultades familiares(2), hostilidad, motivación y continuidad...).
  • b) Parroquia-Catequesis:

  • Valoración e implicación en la labor catequética(2), por un lado, a través de charlas y reuniones con ocasión de la celebración de los sacramentos de iniciación(2), la evangelización directa de niños y jóvenes... y, por otro, atendiendo a la formación y acompañamiento de los agentes de pastoral(4), Escuelas de catequistas(2), preparación de lectores y cantores...
  • Experiencia de dificultad en la evangelización de niños y jóvenes, motivada por falta de interés de los padres(2), dificultades en la asistencia y en la continuidad del proceso, nivel bajo de la catequesis...
  • c) Escuela:

  • La presencia viene propiciada por visitas puntuales a la escuela(3), impartir clases de religión(2), relación con profesores de religión para llevar a cabo diversas actividades (Navidad, Domund, Manos Unidas, campamento...)(2), conocimiento personal y diálogo con profesores de religión, relación con niños y adolescentes, acogida y ayuda a los niños que acuden a la parroquia solicitando información...
  • En algunos casos de manifiesta la imposibilidad o dificultad de hacerse presentes en algunos centros por falta de acogida, aunque también haga falta vencer algunos miedos.
  • d) Ambientes:

  • La incidencia es escasa, dada la dificultad de transmitir la fe en los ambientes(4), aunque haya experiencias: presencia espontánea en lugares de encuentro (bares, actos culturales...), realización de pequeñas experiencias (radio...)...
  • Se hace necesario profundizar dicha presencia: atención a grupos de adultos y jóvenes(3), conocimiento del ambiente juvenil(2), implicación en la vida, mundo laboral y preocupaciones de la gente...
  • 3. Relación y coordinación entre los diversos ámbitos mencionados en cuanto a la transmisión de la fe: luces y sombras.

    a) Luces:

  • Pasos en la relación y coordinación(4) ya dados: presencia de un presbítero del Arciprestazgo en la escuela(2), encuentros arciprestales entre catequistas y profesores de religión(2), profesores integrados en la vida parroquial(2), padres integrados en la parroquia y en la escuela, asistencia de padres a convivencias de sus hijos...
  • Hay deseo de progresar en esa dirección, dada la buena respuesta, superando protagonismos y prejuicios. Se lanza un interrogante: las Delegaciones diocesanas de Familia, Catequesis y Enseñanza, ¿conectan con las bases?
  • b) Sombras:

  • Hay desconexión, desconfianza y desinterés en su relación entre la parroquia y la escuela(6), ignorándose mutuamente, de forma que su contacto es meramente coyuntural y esporádico, tal como evidencia la escasa relación entre la parroquia y los profesores de religión, y propicia la ausencia de los maestros fuera de su horario escolar.
  • Además, se indican como otros factores de dicha situación: poco apoyo de las familias que no estiman la educación en valores y no se encuentran vinculadas a las parroquias, déficit de valoración mutua entre el clero secular y regular, poca relación entre las comunidades religiosas, escasa coordinación entre la catequesis de los colegios y las parroquias...
  • No se tiene claro el proceso evangelizador como un todo, de forma que la síntesis vidafe resulta difícilmente alcanzable, lo que requerirá asumir un cambio de perspectiva.
  • 4. Algunas propuestas operativas para cada uno de los ámbitos y forma de coordinarlos:

    a) Familia:

  • Impulsar la pastoral familiar: catequesis familiar en el proceso de la Iniciación cristiana(2), reuniones y entrevistas con padres(2), convivencias y campamentos donde participen los padres..., de forma que se susciten familias abiertas y misioneras.
  • Potenciar los cursillos prebautismales y prematrimoniales, ayudando a descubrir la vocación laical cristiana.
  • Responsabilizar a un sacerdote o laico para cada uno de esos ámbitos.
  • b) Parroquia-Catequesis:

  • Impulsar la catequesis familiar, cuidando el contacto personal a través de entrevistas y la formación de los padres(4).
  • Potenciar y coordinar los procesos catequéticos y celebrativos de la Iniciación cristiana, atendiendo a la conexión catequesisvida y a la dimensión evangelizadora de la celebración litúrgica, llevando a cabo acciones conjuntas a nivel arciprestal: Jornada por la paz, actividades en Cuaresma, encuentro de confirmados en Pentecostés...
  • Cuidar la formación de los catequistas, para lo que debería procurarse que la Escuela Diocesana de Catequistas llegase a más personas.
  • c) Escuela:

  • Propiciar la relación y coordinación entre agentes de pastoral y profesores de religión en los arciprestazgos(4).
  • Compartir alguna actividad conjunta: Campaña contra el hambre...(2).
  • Formar grupos de reflexión compuestos por profesores, catequistas y padres.
  • Potenciar la creación de grupos apostólicos (junior, JEC...) con personas dedicadas a ellos.
  • Coordinar planes conjuntos de actuación en Centros públicos a través de la Delegación Diocesana de Enseñanza.
  • d) Ambientes:

  • Potenciar la presencia de movimientos y asociaciones laicales en las parroquias(3), los que deben resituarse ante el reto de la transmisión de la fe.
  • Alentar la presencia de cristianos en instituciones y grupo sociales.
  • Unir y coordinar a jóvenes y adultos de diversos pueblos en el mundo rural.
  • Renovar las cofradías, formando a sus miembros.
  • Potenciar posturas y talantes más positivos, apoyando iniciativas nuevas.
  • 5. Algunas propuestas respecto a la acción del presbítero como transmisor y educador de la fe en dichos ámbitos:

    a) Familia:

  • Cuidar la relación personal y de cercanía con las familias(7): escucha y amistad, encuentros en el despacho y en la vida cotidiana, visita a los enfermos, matrimonios jóvenes, nacimiento de un hijo...
  • Incorporar a los padres en la acción evangelizadora: concienciación de su responsabilidad de educar en la fe a sus hijos(2), encuentros con motivo de la programación catequética y de la celebración de los sacramentos, implicación en el proceso catequético, participación en convivencias y campamentos de sus hijos, invitación a celebraciones comunitarias...
  • Convocar asambleas de laicos (colegios y parroquias) que aborden el tema de la educación en la fe en el seno de la familia.
  • b) Parroquia-Catequesis:

  • Formar y acompañar a los agentes de pastoral (Escuelas de catequistas)(3).
  • Cuidar las homilías, sobre todo, en las celebraciones especiales (bodas, funerales...)(3), las eucaristías de niños, las celebraciones de la penitencia, los retiros en tiempos fuertes...
  • Concienciar a la comunidad de su responsabilidad de cooperar en la educación en la fe.
  • Colaborar estrecha y cordialmente con otros sacerdotes de la parroquia y del Arciprestazgo.
  • Ser administradores fieles de la Palabra y de los Misterios de Dios, superando miedos y complejos, y siendo ejemplares y esperanzadores (Rm 8,13-30).
  • c) Escuela:

  • Atrevernos a relacionarnos con los colegios públicos, haciéndonos presentes en ellos, quizás con motivo de algún acontecimiento eclesial(3), valorando la labor del otro.
  • Propiciar un clima de confianza en el que los profesores de religión se sientan libres para enviar a los alumnos a la parroquia para realizar algunos trabajos.
  • Intentar tener un encuentro antes de Navidad con el delegado de Enseñanza de la Diócesis.
  • d) Ambientes:

  • Introducirse en la dinámica sociocultural del barrio o pueblo.
  • Propiciar la presencia de movimientos y asociaciones en la parroquia, renovándolos y saneando su modo de actuar (cofradías).
  • Ofrecer testimonio de entendimiento en los equipos sacerdotales, arciprestazgos y Presbiterio.
  • Replantearse la misión en la nueva situación con audacia, teniendo coraje para afrontar y asumir los retos que nos está planteando.
  • 6. Alguna sugerencia más...

  • Cuidar la formación permanente del presbítero: actualización teológica y litúrgica...
  • Discernir desde la oración la tarea que se desarrolla, conscientes de la magnitud de la misión.
  • Favorecer la participación de todo el pueblo de Dios.
  • Tener una especial dedicación a la visita de enfermos, hospitales, pobres...
  • Cultivar el conocimiento y la amistad con los presbíteros de la misma Zona pastoral.
  • Participar entre la gente en las celebraciones presididas por otro sacerdote, con el objeto de evitar defectos y potenciar valores.
  • Redescubrir el Catecismo de la Iglesia Católica y el Directorio General de la Catequesis.
  • Interrogarnos seriamente sobre el relevo vocacional.
  • Asumir dinamismos nuevos que vienen exigidos por el giro cultural y social.
  • Finalizada la precedente exposición-reflexión y realizado un breve diálogo aclaratorio, se forman cuatro grupos de trabajo, que, partiendo del análisis realizado, deberán aportar, desde el discernimiento compartido, sugerencias que favorezcan su misión como presbíteros al servicio de la transmisión de la fe en los tres ámbitos (familia, catequesis y escuela) y que contribuyan a la evangelización de la familia desde la acción conjunta de la parroquia y la escuela. Concluido el trabajo citado, se lleva a cabo la exposición y, en su caso, debate y aprobación de las distintas aportaciones, con las que los presbíteros, inquietos ante el reto de la “transmisión de la fe”, y conscientes de las limitaciones y dificultades personales y ambientales, pero esperanzados en la certeza de la presencia del Señor, pretenden ofrecer algunas sugerencias que les ayuden a ser verdaderos “educadores en la fe” de toda la familia, desde la corresponsabilidad y coordinación entre la parroquia y la escuela:

    Familia: Impulsar una verdadera pastoral familiar en las parroquias.

    1. Cercanía y contacto personal con las familias, especialmente en momentos más significativos (acontecimientos, sacramentos...), saliendo a su encuentro.

    2. Formación de equipos con carácter misionero, de los que convendría que formasen parte matrimonios jóvenes, que se hagan presentes y evangelicen a la familia.

    3. Atención prioritaria y seguimiento de novios, matrimonios jóvenes y sus hijos, propiciando un proceso continuo de evangelización, en el que se implique a sus propios miembros.

    4. Recuperación de la conciencia cristiana de la familia, haciendo explícito el anuncio del Evangelio en los procesos y momentos formativos.

    5. Elaboración de un proyecto misionero diocesano conjunto para la evangelización de la familia.

    Catequesis: Favorecer el proceso de iniciación cristiana de niños, jóvenes y adultos.

    6. Cuidado de la presencia, responsabilidad propia y labor de coordinación, especialmente respecto a los jóvenes y catequistas, dando prioridad a esta tarea de la iniciación cristiana.

    7. Cultivo de una buena formación de los catequistas, potenciando las escuelas.

    8. Establecimiento de una catequesis de adultos sólida, utilizando métodos experimentados.

    9. Búsqueda de líneas de acción y de apoyo mutuo en los arciprestazgos y entre parroquias.

    10. Potenciación de los movimientos apostólicos, incorporando su metodología propia en el proceso de la iniciación cristiana.

    Escuela: Cuidar la presencia evangelizadora y avanzar en la coordinación.

    11. Clarificación del papel del presbítero en la escuela, en la que ha de estar presente y activo.

    12. Discernimiento de las motivaciones personales y evangelizadoras al asumir los presbíteros la tareas de impartir clases de religión.

    13. Progreso en la relación, colaboración y coordinación entre la parroquia y la escuela, especialmente con centros religiosos, compartiendo objetivos, actividades y campañas conjuntas.

    14. Coordinación de los presbíteros en el arciprestazgo en su relación con la escuela.

    15. Organización del trabajo en la escuela en su servicio a la evangelización, buscando la complementariedad en los casos en los que en ésta desarrolle procesos catequéticos.

    Todos estos retos quieren acometerlos desde la comunión y corresponsabilidad compartidas con todos los creyentes de nuestra Iglesia diocesana en el servicio a la evangelización de la familia. Para ello, nuestra Programación Pastoral Diocesana 2003-2004 nos ofrece como instrumento la creación o potenciación de un sector pastoral arciprestal “familia-parroquia-escuela”, que ha de constituir una prioridad para todos.

    Finalmente, se da paso al turno de comunicaciones, ruegos y preguntas, planteándose y abordándose las siguientes cuestiones:

  • Conveniencia de incorporar al estudio realizado las aportaciones de los arciprestazgos que no entregaron su síntesis en el plazo establecido y los datos reales sobre alumnado y profesorado de religión, que se solicitará a la Delegación Diocesana de Enseñanza, con el objeto de incorporarlos al resumen que se ha de aportar para la preparación del XXIII Encuentro de Arciprestes en Salamanca.
  • Designación por el Sr. Arzobispo de D. José M.ª Gil García, Arcipreste de Torrelobatón, como miembro de la Comisión Permanente del Consejo Presbiteral, en sustitución de D. José Heras Rodríguez, anterior Vicario Episcopal de la Ciudad, que ya no forma parte de la Asamblea.
  • 16º Aniversario de la Ordenación Episcopal de D. Braulio Rodríguez Plaza, nuestro arzobispo, que se conmemorará con la celebración de la Eucaristía en la Catedral, el sábado 20-12-2003, a las 12 h., seguida de un vino español en la Sala Capitular de la misma para los presbíteros.
  • Entrega de los datos actuales de la Guía Diocesana a cada uno de los arciprestes con el objeto de que indiquen posibles errores antes de finalizar el presente año, con la intención de poder subsanarlos con anterioridad a su próxima publicación.
  • Sin más asuntos que tratar, después de unas palabras de agradecimiento sincero a la Asamblea por el trabajo desarrollado a lo largo de la jornada por parte del Sr. Arzobispo y de una oración final de acción de gracias, se levantó la sesión a las 18 h., de todo lo cual doy fe como Secretario.

    Francisco Javier Mínguez Núñez, Secretario