Consejo Presbiteral

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Acta

Asamblea Plenaria 2/2005

Pastoral vocacional
al ministerio presbiteral

19 de diciembre de 2005


Publicado: BOA 2005, 450.


El pasado día 19-12-2005, a las 10:30 h., se reunió la Asamblea Plenaria del Consejo Presbiteral, presidida por el Sr. Arzobispo, D. Braulio Rodríguez Plaza, asistiendo 35 de sus miembros.

El Secretario inicia el encuentro con un saludo de bienvenida, aludiendo al tema objeto de reflexión —Pastoral vocacional al ministerio presbiteral— e invitando a comenzar el encuentro compartiendo un momento de oración«Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo» (Lc 1,31)—, en el que, ya al final del Adviento, se nos invita a vivir la esperanza y alegría que suscita la venida del Señor.

El Sr. Arzobispo, previo saludo de bienvenida a los asistentes, especialmente dirigido al nuevo miembro del Consejo, hace presentes a todos los presbíteros de la Diócesis, inmersos en las celebraciones penitenciales de Adviento, teniendo un especial recuerdo para los que se encuentran enfermos. Seguidamente sitúa el tema que nos ocupa en continuidad con las precedentes Asambleas del Consejo, dedicadas a la vida y misión del presbítero. A ese respecto, invita a examinar la praxis de nuestra pastoral vocacional dejándonos interpelar: ¿cómo nos encontramos como Diócesis y Presbiterio en relación al cuidado de la pastoral vocacional? El presbiterio ha de propiciar el surgimiento de diversas vocaciones y carismas. De ahí que debamos dejarnos interpelar sobre nuestra responsabilidad como Iglesia diocesana a la luz de las conclusiones de esta Asamblea Plenaria y del próximo Encuentro de Arciprestes de Villagarcía , sintiendo la llamada a abordar este tema con hondura y esperanza.

Finalizada su intervención, es propuesto y elegido como moderador D. Diodoro Sarmentero Martín, que da de nuevo la palabra al Sr. Arzobispo con el objeto de propiciar una breve reflexión y diálogo en torno al tema de la anterior Asamblea Plenaria del Consejo Presbiteral, celebrada el día 20-6-2005: “Ser presbítero hoy en nuestra Iglesia diocesana” . El Sr. Arzobispo comienza aludiendo a la grata experiencia vivida recientemente en la Convivencia “Discípulos y Maestros” en Villagarcía, en la que los participantes experimentaron el ministerio presbiteral como don al servicio de la Iglesia en el mundo. Constata que los presbíteros siguen trabajando con ilusión y esperanza a pesar de las crecientes dificultades que presenta la secularidad. De ahí la necesidad de dejarnos alentar y conducir por la fuerza del Espíritu que ha de abrir nuestras mentes y corazones a la novedad del tiempo presente. Para dar continuidad a la reflexión deberemos vivir con mayor intensidad nuestra vocación y misión, impulsando un mayor protagonismo de los laicos en la construcción del Pueblo de Dios.

A continuación, el P. Ismael García García lleva a cabo la exposición-reflexión de la síntesis de las aportaciones de las distintas unidades pastorales del Consejo Presbiteral (7 arciprestazgos de la ciudad y 6 del mundo rural y 2 unidades pastorales), como respuesta al cuestionario del documento: “Pastoral vocacional al ministerio presbiteral”, cuyo resumen se ofrece seguidamente.

1. ¿Cómo te sitúas, cuál es tu experiencia, en la promoción de las vocaciones al ministerio presbiteral?

1.1. Situación:

  • Desilusión, escepticismo, desentendimiento... (9).
  • Preocupación y esperanza, confiando en el Espíritu (8).
  • Angustia, con sensación de dificultad... (4).
  • Disponibilidad y colaboración...
  • Algunos interpretan la situación de escasez vocacional, indicando que se trata de una etapa de purificación, signo de los tiempos, gracia más que desgracia...

    1.2. Experiencia:

  • Muy positiva los primeros años (3), y ahora desmotivación (2) y dudas (1).
  • Escasa (2), con ocasión de algún caso concreto.
  • Positiva y eficaz (2).
  • Mucha en seminarios y en pastoral vocacional (2).
  • Ninguna experiencia...
  • Concretan la experiencia:

  • Viviendo el sacerdocio de forma que se convierta en llamada, por su entrega y alegría (5).
  • Haciéndola presente en el trabajo pastoral: eucaristías, catequesis, docencia... (5).
  • Trabajando con los monaguillos, reuniendo a sus familias (4).
  • Orando por las vocaciones sacerdotales (3).
  • Haciendo la propuesta directa del sacerdocio (2).
  • Promoviendo la vocación, hablando en sentido positivo (2).
  • Cuidando la cercanía a las familias, y el acompañamiento de niños y jóvenes...
  • Aunque manifiestan diversas dificultades: difícil interpelación por el ambiente (5), falta de preparación para afrontar los retos actuales, poca ilusión en las comunidades, fracaso en la iniciación cristiana, en la pastoral juvenil y en la educación...

    2. ¿Cómo está presente la propuesta vocacional en los diferentes ámbitos del ministerio pastoral: catequesis, familia, jóvenes, acompañamiento personal, etc.?

  • Catequesis (11).
  • Casi nula, escasa, tímida, implícita... (9).
  • Acción litúrgico-sacramental: homilía, confesión... (5).
  • Familia, aunque la incidencia es escasa por el desinterés (5).
  • Día del Seminario (5).
  • Relación personal espontánea (4).
  • Acompañamiento de jóvenes (3).
  • Oración personal (3).
  • Testimonios vocacionales a adolescentes (2).
  • Campamentos juveniles.
  • Ámbitos de vida cristiana, entendida como vocación, donde se propone u acompaña...
  • Una aportación manifiesta que, aunque se haga la propuesta vocacional a través de la realización de actividades, no se encuentra articulada dentro de un proceso evangelizador ni se halla inserta en el corazón de la realidad del mundo actual.

    3. Sugerencias para relanzar la Pastoral vocacional

    3.1. Papel de los presbíteros:

  • Renovación de nuestra vida y misión, dando testimonio con nuestra entrega e ilusión (6).
  • Mayor interés e implicación en la pastoral vocacional (3).
  • Seguimiento de quienes muestren inquietud vocacional (3).
  • Fomento de las relaciones con nuestro Seminario...
  • 3.2. Actividades pastorales:

  • Papel más activo de los seminaristas: compromisos apostólicos, relación con adolescentes y jóvenes, presencia en las parroquias... (6).
  • Encuentros con chavales con ocasión del Día del Seminario (5).
  • Catequesis donde se proponga la vida cristiana como vocación y se interpele en relación a la vocación sacerdotal (3).
  • Experiencias que favorezcan la escucha de la llamada de Dios (encuentros de oración...) en los procesos de iniciación cristiana (2).
  • Oración más intensa por las vocaciones (2).
  • Cambio profundo en la iniciación cristiana, centros educativos y pastoral universitaria.
  • Organización de actividades más atractivas para los niños.
  • Convocatoria vocacional fuera del Seminario...
  • 3.3. Plataformas pastorales:

  • Prioridad de las realidades que refuerzan la fe en los jóvenes y en las familias (3).
  • Planteamiento de la pastoral vocacional a los movimientos familiaristas
  • Mayor potenciación de los grupos Gente-ce y Abba.
  • Creación de grupos de acompañamiento vocacional en los arciprestazgos.
  • Promoción de los grupos y movimientos con vocaciones.
  • Propuesta de la vocación sacerdotal por parte de los profesores de religión a los alumnos de los últimos cursos, cuando son informados sobre las salidas profesionales.
  • Elaboración de un plan pastoral para adolescentes y jóvenes con la participación de la Delegación de Pastoral Vocacional.
  • 4. Valoraciones y preguntas respecto al Seminario Diocesano

    4.1. Existencia del Seminario Menor:

  • ¿Qué sentido tiene mantenerle con un número tan reducido de seminaristas? (6). ¿Podría ser sólo lugar de residencia y acudir a clase a otro colegio o instituto?
  • ¿No sería conveniente crear Seminarios interdiocesanos o interregionales, en los que pueda ofrecerse mejor formación y abrirse horizontes más amplios? (4).
  • El actual edificio del Seminario no reúne condiciones para la vida fraterna.
  • 4.2. Motivaciones de los seminaristas:

  • ¿Los seminaristas se sienten “de paso” o sueñan con la misión pastoral?
  • ¿Qué razones explican el hecho de que en el Seminario Mayor la mayoría sean adultos?
  • ¿Por qué han dejado recientemente el Seminario Mayor varios seminaristas?
  • Algunos seminaristas menores entran, no por voluntad propia, sino movidos por sus padres ante problemas de indisciplina, fracaso escolar...
  • 4.3. Formación en el Seminario:

  • Hay mejor acompañamiento personal y apoyo psico-afectivo que antes (2).
  • Ante la escasez de vocaciones, ¿no se corre el riesgo de rebajar el listón en la formación? (2).
  • ¿Se encuentra adaptada la formación a la realidad del mundo de hoy? (2).
  • ¿Se articula un camino de discípulos y testigos desde el conocimiento de Cristo?
  • ¿Se fomenta en el Seminario Mayor una espiritualidad apostólica, orientada a la fraternidad sacerdotal y al trabajo en equipo?
  • ¿Por qué no se potencia la presencia de presbíteros en los procesos formativos?
  • ¿Se ofrecen “claves de juicio” desde “ideologías concretas”?
  • ¿No hay excesiva vinculación con el Centro de Espiritualidad?
  • Cuando algún seminarista plantea dudas de madurez, ¿por qué no se le hace saber antes de que finalice el ciclo de formación teológica?
  • De ahí que, en relación a la formación, se sugieran las siguientes demandas:

  • Replanteamiento del modelo de sacerdote para el que se preparan los seminaristas.
  • Mayor importancia de la formación musical, literaria y artística.
  • Mejor conocimiento de la formación del Seminario Mayor por parte de los presbíteros.
  • Intensificación de la cercanía y trato con adolescentes y jóvenes.
  • Fomento de grupos de discernimiento y encuentros de oración.
  • 4.4. Relación con las parroquias:

  • Debe darse una mayor cercanía e implicación de los seminaristas en las parroquias, especialmente en las de los pueblos (3).
  • ¿Cuál es la relación con las parroquias, cómo se organiza la etapa pastoral? (2).
  • Conveniencia de que los formadores, también el rector y el director espiritual, hayan tenido experiencias pastorales en parroquias (2).
  • Escasa presencia de los formadores en reuniones de los arciprestazgos y zonas.
  • El Seminario no debe estar al margen de las mediaciones diocesanas: grupos, movimientos...
  • ¿La Campaña del Seminario no podría organizarse cada año en una Zona pastoral?
  • Finalizada la precedente exposición-reflexión y realizado un breve diálogo aclaratorio, se forman cuatro grupos de trabajo, que, partiendo del análisis realizado, deberán ofrecer, desde el discernimiento compartido, algunas propuestas y sugerencias para potenciar la pastoral vocacional en nuestra Archidiócesis. Concluido el citado trabajo, se lleva a cabo su exposición y, en su caso, debate y aprobación en la Asamblea, quedando recogidas en los siguientes cuatro niveles:

    1. Personal-Presbiteral:

    1.1. Asumir la convicción de que el ministerio presbiteral es esencial para la vida y misión de la Iglesia y, por ello, tarea primordial del presbítero.

    1.2. Renovar nuestra vida y misión como presbíteros, de forma que se conviertan en testimonio de entrega e ilusión, frente a toda tentación de pesimismo o excepticismo, transformándonos en iconos de fidelidad a la llamada del Señor.

    1.3. Testimoniar desde la vida y misión como presbíteros las propias convicciones que susciten la interpelación y la llamada.

    1.4. Propiciar la cercanía y el acompañamiento personal de adolescentes y jóvenes.

    1.5. Hacer la propuesta vocacional de forma explícita en todos los ámbitos, aunque teniendo en cuenta los diversos destinatarios y situaciones.

    1.6. Estar disponibles y ofrecer facilidades para el diálogo y seguimiento personal de los candidatos y familias que se abran a la llamada vocacional.

    2. Parroquia o Comunidad educativa:

    2.1. Crear un clima pastoral en el que la dimensión vocacional aparezca como normal y esencial en el ambiente social actual, propiciando que los procesos de fe culminen en una opción vocacional cristiana.

    2.2. Integrar la dimensión y propuesta vocacional en la tarea pastoral global cotidiana.

    2.3. Renovar la iniciación cristiana, haciendo la propuesta vocacional a través de medios concretos (catequesis y movimientos apostólicos), proponiendo la vida cristiana como vocación y compromiso solidario.

    2.4. Insertar y articular la pastoral vocacional dentro de la pastoral juvenil y familiar, cuidando los siguientes acentos: revisión de la iniciación cristiana, acentuación de la obediencia a la fe e importancia del sacerdocio ministerial en la Iglesia.

    2.5. Destacar el subrayado de la vida cristiana como vocación en la predicación (homilías...).

    2.6. Llevar a cabo un encuentro anual de los sacerdotes con los jóvenes, en el que se ofrezca su propio testimonio vocacional.

    3. Arciprestazgo o Zona pastoral:

    3.1. Cuidar la pastoral vocacional en los arciprestazgos, conscientes de su importancia para la pastoral de conjunto.

    3.2. Revitalizar el Equipo de responsables de pastoral vocacional de arciprestazgos o zonas pastorales, que hagan presente la propuesta vocacional en los mismos.

    3.3. Aprovechar la experiencia familia-parroquia-escuela existente para la pastoral vocacional.

    3.4. Programar encuentros de jóvenes que hagan presente una experiencia más amplia la iglesia.

    3.5. Apoyar las convocatorias de nuestro Seminario diocesano a nivel de zonas pastorales.

    3.6. Fomentar un mayor conocimiento y relación de los sacerdotes con nuestro Seminario.

    4. Diócesis:

    4.1. Proseguir el Proyecto de pastoral vocacional propuesto para nuestra Diócesis el año 1991, desde la convicción de que es esencial para su vida y misión.

    4.2. Revisar, potenciar y dar a conocer los cauces y medios de que disponemos para la pastoral vocacional sin pretender crear nuevas plataformas.

    4.3. Propiciar una mayor presencia, mantenida y espaciada en el tiempo, de nuestro Seminario y seminaristas en la pastoral diocesana.

    4.4. Fomentar una mayor relación de nuestro Seminario con el mundo rural, cuidando la cercanía y motivación de los sacerdotes rurales.

    4.5. Cuidar la presencia de la propuesta vocacional en los MCS, incluyendo la red Internet, como posibilidad para despertar inquietud vocacional y ofrecer información sobre la vocación al sacerdocio ministerial.

    De ahí que todas las comunidades cristianas deberán sentirse urgidas en el empeño de suscitar vocaciones sacerdotales, haciendo resonar y propiciando el cultivo de la llamada vocacional al presbiterado. Y especialmente los sacerdotes hemos de sentir esa urgencia en el deseo de buscar relevo en la misión de anunciar el Evangelio y ser sencillos cauces de la gracia de Dios en el mundo de hoy.

    A continuación, partiendo de las valoraciones y preguntas dirigidas a nuestro Seminario Diocesano por parte de los presbíteros, tal como han sido recogidas en la exposición-reflexión precedente, el Sr. Rector, D. Luis Javier Argüello García, y uno de los formadores, D. Jesús Rodolfo García Rodríguez, llevan a cabo una breve exposición de la situación actual y ofrecen diversas respuestas a las mismas, entablándose un breve y clarificador diálogo en la Asamblea.

    Finalmente, se da paso al turno de informaciones y comunicaciones, en el que se plantean y abordan las siguientes cuestiones:

  • Año Diocesano en el IV Aniversario de la muerte de santo Toribio de Mogrovejo: Informados sobre la concesión del Santo Padre a nuestra Archidiócesis de la Indulgencia Plenaria durante el año 2006, con motivo del Año Jubilar de Santo Toribio, nacido en Mayorga y Patrono del Episcopado de América Latina, el Sr. Arzobispo anuncia la publicación de una Carta Pastoral y la elaboración de un programa de actos conmemorativos.
  • Celebración de las I Vísperas de Navidad: Iglesia Parroquial Santiago Apóstol de Valladolid, el día 24-12-2005, a las 21 h.
  • Sin más asuntos que abordar, después de unas palabras de agradecimiento del Sr. Arzobispo a la Asamblea por el trabajo desarrollado a lo largo de la jornada y de una sencilla oración final de acción de gracias, se levantó la sesión a las 18 h., de todo lo cual doy fe como Secretario.

    Francisco Javier Mínguez Núñez, Secretario