Consejo Presbiteral

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Acta

Asamblea Plenaria 1/2004

Cuidado humano y pastoral
de presbíteros y diáconos

14 de junio de 2004


Publicado: BOA 2004, 243.


El pasado día 14-6-2004, a las 10:30 h., se reunió la Asamblea Plenaria del Consejo Presbiteral, presidida por D. Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo de Valladolid, asistiendo 36 de los 41 miembros que lo componen.

El encuentro se inicia con un momento de oración, en el que, inmersos todavía en el clima de la celebración de la Solemnidad del “Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo”, se pide al Señor sentir su presencia y fortaleza en la misión de anunciar y hacer presente el Reino de Dios.

Acto seguido, el Sr. Arzobispo, introduce el tema objeto de reflexión en esta Asamblea Plenaria, refiriéndose al n. 47 de la Exhortación Apostólica Pastores gregis . A su luz, destaca la necesidad de percibir al obispo con su presbiterio como una comunidad de hermanos que se ayudan y colaboran sincera y generosamente en el ejercicio de su ministerio. Por ello, anima a profundizar en el trabajo propuesto en el deseo de crecer en comunión al servicio de la misión. Finalmente, da la bienvenida a los dos nuevos miembros del Consejo: D. Jesús Cartón Pajares, delegado del Clero, que formará parte de la Comisión Permanente, y D. Vicente Martín Alonso, Arcipreste de “Tudela-Portillo”.

Finalizada su intervención, es propuesto y elegido como moderador D. Javier Carlos Gómez Gómez, que da paso a la lectura y breve diálogo en torno a las conclusiones de la anterior Asamblea Plenaria del Consejo Presbiteral, celebrada el día 15-6-2004: “Presbítero, educador en la fe” . Habiendo sido leídas por el Secretario, se constata la necesidad de ser verdaderos “educadores en la fe” de toda la familia, desde la corresponsabilidad y coordinación entre la parroquia y la escuela.

A continuación, D. Diodoro Sarmentero Martín, lleva a cabo la exposición-reflexión de la síntesis de las aportaciones de 16 de las 24 unidades pastorales que componen el Consejo Presbiteral, como respuesta al cuestionario ofrecido en el documento: “Cuidado humano y pastoral de presbíteros y diáconos”, cuyo resumen se ofrece seguidamente.

1. Cuidado humano

1.1. Menores de 65 años

a) Necesidades

  • Tiempo de descanso y de vacaciones (9): día de descanso semanal, encuentros familiares, ejercicios espirituales, vacaciones anuales...
  • Comunión presbiteral (5): encuentros entre sacerdotes, lugar de convivencia...
  • Formación permanente integral (4) más enriquecedora en los planos humano, espiritual y pastoral.
  • Cercanía y diálogo entre presbíteros, y con los vicarios y el Sr. Arzobispo (4).
  • Salud física (4): revisión periódica y posibilidad de sustitución...
  • Casas parroquiales más dignas y habitables (4), brindando ayuda desde la Administración diocesana.
  • Carencia de personas para atender las tareas domésticas habituales (2).
  • Necesidad de autoestima.
  • Soledad en el mundo rural.
  • Retribución económica no acomodada a las necesidades.
  • Cuidado especial en casos extremos: alcoholismo, depresión...
  • b) Soluciones

  • Tiempo de descanso y de vacaciones (4): grupo de sacerdotes y religiosos disponibles para sustituciones...
  • Programas informáticos parroquiales comunes para toda la Diócesis.
  • Mayor protagonismo del delegado del Clero para un seguimiento personalizado.
  • Asesoramiento jurídico para determinados asuntos.
  • Confianza en Dios y vida de oración.
  • Serenidad y alegría.
  • 1.2. Mayores de 65 años

    a) Necesidades

  • Nueva residencia para sacerdotes y familiares (9).
  • Falta de atención en la enfermedad y en la soledad (4).
  • Limitaciones propias de la edad (2).
  • Pérdida de la ilusión.
  • Acompañamiento espiritual.
  • b) Soluciones

  • Cercanía fraterna: visita, escucha... (4).
  • Voluntariado sacerdotal, religioso y laico para atender a sacerdotes ancianos, enfermos o solos (2).
  • 2. Cuidado pastoral

    2.1. Sacerdotes en activo: Dificultades - Respuestas

    a) Nivel personal

  • Mala distribución del clero (6), con la consiguiente multiplicación de misas dominicales y sobrecarga de pueblos pequeños por sacerdote, que está demandando: mayor disponibilidad en los sacerdotes, creación de Unidades Parroquiales, hermanamiento entre parroquias-arciprestazgos de la ciudad y el mundo rural, potenciación de celebraciones dominicales en ausencia de presbítero...
  • Falta de corresponsabilidad pastoral (5), que se manifiesta en actitudes como “yo-yoísmo”, “capillismo”, “francotiradores”..., en la deficiente mentalización para el trabajo compartido, y en la ausencia de claves y criterios comunes, y de coordinación interparroquial, que está exigiendo: creación de Unidades Parroquiales, conocimiento de los criterios arciprestales y diocesanos, mayor disponibilidad y desprendimiento por parte de los sacerdotes, ser presbíteros en el presbiterio...
  • Escasa formación intelectual, psicológica y pedagógica (5) en un contexto en continuo cambio, propiciada por un escaso hábito de estudio, que requerirá: buena organización de la formación permanente, mayor dedicación al estudio y la lectura...
  • Cierto anticlericalismo, relativismo e indiferencia (3), a los que deberá responderse por diversos medios: testimonio de vida, cercanía a la sociedad, a la ciencia y a la crítica, misiones populares, proximidad a la increencia...
  • Activismo, cura “todoterreno” (3), que exige como respuesta: establecimiento de prioridades, opción por el servicio, secretaría parroquial...
  • Escasa implicación de los laicos (2), que están demandando su integración en la pastoral.
  • Trabajo en función de las necesidades inmediatas (2), que requerirá llevar a cabo una evaluación de objetivos, medios y resultados.
  • Consumismo sacramental, que hace necesaria una catequesis que ayude a percibir a los sacramentos como medios de salvación y un trabajo permanente de crear comunidad.
  • Soledad, que deberá romperse mediante la convivencia con los sacerdotes más cercanos.
  • Además, se proponen como respuestas a nivel personal a tener presentes:
  • — Mayor cuidado de la vida espiritual.

    — Oración desde la realidad pastoral.

    b) Nivel eclesial

  • Pastoral de conjunto (11), que está exigiendo: creación de Unidades Parroquiales, coordinación interparroquial, potenciación de los arciprestazgos...
  • Laicos, asignatura pendiente (4), que está demandando una mayor formación e integración de los mismos en la vida pastoral.
  • Falta de proyectos pastorales y criterios de actualización frente a la nueva situación.
  • Disparidad de criterios respecto al contenido de la fe y a la disciplina de los sacramentos, y, por el contrario, rigidez en planteamientos organizativos.
  • Además, se proponen como respuestas a nivel eclesial a tener presentes:
  • — Objetivos y criterios pastorales claros y sencillos (3).

    — Liberación de la fe y la liturgia del carácter meramente social (2).

    — Cercanía del Sr. Arzobispo, delegado del Clero, vicarios y arciprestes.

    — Unidad en los criterios sacramentales y económicos.

    — Escuela de formación itinerante que aúne criterios de fe y costumbres.

    — Pastoral específica para inmigrantes.

    — Ruptura con injerencias externas (instituciones públicas...).

    2.2. Sacerdotes jubilados

    a) Nivel personal

    Dificultades:

  • Limitaciones por razón de edad y enfermedad (6).
  • Participación en algunas tareas parroquiales (4).
  • Residencia sacerdotal poco adecuada (3).
  • Sentimiento de sentirse arrinconados (2).
  • Ninguna dificultad (2), al sentirse bien acogidos.
  • Lugar y hora para celebrar la Eucaristía.
  • Falta de diálogo entre sacerdotes.
  • Invitación al Arciprestazgo para aportar la propia experiencia.
  • Atención espiritual.
  • Respuestas:

  • Asunción de los años con gozo, no aislándose, considerando que se dispone de más tiempo para la vida espiritual y otras actividades.
  • Mayor disponibilidad para lo que requiera.
  • “Estimular” con alguna gratificación los servicios prestados.
  • Consideración de que el objetivo último es la salvación de las almas.
  • b) Nivel eclesial

    Dificultades:

  • Sensación de olvido y marginación (8): temor de algunos párrocos a que se les haga sombra, falta de acogida y concesión de voz y voto, necesidad de sentirse vinculados a la Diócesis como sacerdotes, soledad en el mundo rural, posibilidad de colaborar activamente en la pastoral, actitud de servicio mutuo más que indiferencia o mando, miembros de la misma Iglesia como sacerdotes, poco apoyo de la institución...
  • Celebración de dos o tres encuentros al año con temas atrayentes (3).
  • Necesidad de asistencia ante situaciones severas de ancianidad o enfermedad (2).
  • Sensación de sentirse atendidos a nivel humano y sacerdotal (2).
  • Ruptura con el trabajo pastoral de la piedad popular, que se encuentra muy deteriorada.
  • Cauces de contacto con el Sr. Arzobispo y con los compañeros.
  • Ofrecimiento de colaboración en la vida pastoral.
  • Respuestas:

  • Oferta de lugares próximos y accesibles para colaborar y celebrar.
  • Lugar de encuentro, con el objeto de fomentar la cercanía entre sacerdotes.
  • Asignación de trabajo pastoral adecuado en el momento de la jubilación.
  • Integración en la vida pastoral de la parroquia o de la unidad pastoral.
  • Liberación de responsabilidades directas.
  • El ponente concluye su intervención lanzando un interrogante recogido entre las diversas aportaciones: ¿La Iglesia tiene entrañas de madre al cuidar a sus sacerdotes?

    Finalizada la precedente exposición-reflexión y realizado un breve diálogo aclaratorio, se forman cuatro grupos de trabajo, que, partiendo del análisis realizado, deberán priorizar, desde el discernimiento compartido, algunos medios concretos que contribuyan a solventar las dificultades humanas y pastorales de presbíteros y diáconos ante la actual situación, previsiones de futuro y retos pastorales de hoy. Concluido el trabajo citado, se lleva a cabo la exposición y, en su caso, debate y aprobación de las distintas aportaciones, proponiéndose como prioritarios los siguientes objetivos:

    A. Cuidado humano:

    1. Propiciar el descanso semanal (día disponible) y anual (días de vacaciones estivales), a través de una organización arciprestal y diocesana que lo haga posible.

    2. Estudiar la conveniencia y viabilidad de una nueva Residencia sacerdotal, para lo que se formará un grupo de trabajo.

    B. Cuidado pastoral:

    1. Potenciar la pastoral conjunta, mediante el ejercicio una verdadera corresponsabilidad entre presbíteros, diáconos, religiosos y laicos, compartiendo programación y criterios comunes, que propicie la formación de Unidades Parroquiales.

    2. Integrar pastoralmente a los sacerdotes jubilados, implicándoles de forma estable en la vida y acción evangelizadora de las parroquias y diversas unidades pastorales.

    Todo ello, ha de encontrar su aliento en el espíritu de comunión que, desde el cuidado humano y pastoral mutuo, nos permitirá afrontar con ilusión los retos actuales en fidelidad a la misión que Cristo nos ha confiado en el servicio al Evangelio en nuestra Iglesia diocesana.

    Seguidamente, D. Francisco Javier Mínguez Núñez, Canciller Secretario, y D. José María Conde Pobes, Administrador Diocesano, presentan el documento “Bienes económicos, expresión de comunión, al servicio de la misión” , con el objeto de que pueda ser divulgado y reflexionado por todos los fieles de nuestra Iglesia local, en el deseo de proseguir la mejora de esta dimensión de la vida diocesana. Además, los Vicarios episcopales ofrecen información en torno al proceso de configuración de las Unidades Parroquiales, objeto de reflexión en los arciprestazgos. Ambos temas son brevemente debatidos en la Asamblea, aunque deberán seguir siendo objeto de reflexión en el futuro.

    Finalmente, se da paso al turno de informaciones, ruegos y preguntas, planteándose y abordándose las siguientes cuestiones:

  • D. Jorge Guerra Matilla, delegado de Medios de Comunicación Social, presenta el dossier “Ecos de la actividad de la Iglesia en Valladolid en la prensa escrita. Curso sep. 03 - may. 04” y el guión del IV Encuentro diocesano de Laicos Asociados, que se celebrará el próximo día 3-7-2004.
  • D. Luis Javier Argüello García, Vicario de Pastoral de la Ciudad, presenta el XV Aula de verano, que tendrá lugar los días 6 al 10-7-2004, con el lema “Con la vida no se juega. Cuestiones de Bioética”.
  • D. Jesús Cartón Pajares, delegado del Clero, presenta la posibilidad de realizar un curso de formación en informática para sacerdotes en el mes de julio, ofrecido por Caritas, recuerda las jornadas de ejercicios espirituales en junio-julio y agosto, y se evoca a los sacerdotes enfermos.
  • D. Francisco Javier Mínguez Núñez, Canciller Secretario, pide a los representantes del Consejo que soliciten a todos los sacerdotes dos fotografías con el objeto de poder incorporarlas a la tarjeta de identificación y a la Guía diocesana.
  • Sin más asuntos que tratar, después de unas palabras de agradecimiento y deseo de un feliz verano a todos por parte del Sr. Arzobispo y de una breve oración de acción de gracias, se levantó la sesión a las 18:15 h., de todo lo cual doy fe como Secretario.

    Francisco Javier Mínguez Núñez, Secretario