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Viernes, 20 de diciembre de 2002
Esta jornada ha sido convocada por el Arzobispo de Santiago de Compostela y la Conferencia Episcopal Española invita a todos los fieles a unirse a ella mediante un comunicado de su Comité Ejecutivo en el que manifiesta "su gozo por la corriente magnífica de solidaridad que ha surgido en muchos lugares e instituciones y por el testimonio abnegado de tantos voluntarios que se han prestado y se seguirán prestando a colaborar sacrificando su tiempo libre. Todo ello es fuente de esperanza para Galicia y especialmente para los más afectados." También piden que "esta catástrofe sea la última en nuestras costas y que el hecho que lamentamos nos aliente a todos a crecer en el respeto por la naturaleza, un auténtico deber moral y religioso, puesto que Dios creador y padre nos ha legado el universo, obra de sus manos, para que sea la casa habitable de todos los seres humanos y para que lo perfeccionemos y desarrollemos al servicio de todos los hombres. El mar concretamente ha de ser cuidado con respeto exquisito pues es un lugar de vida y un don de Dios".
Esta jornada ha sido convocada por el Arzobispo de Santiago de Compostela y la Conferencia Episcopal Española invita a todos los fieles a unirse a ella mediante un comunicado de su Comité Ejecutivo en el que manifiesta "su gozo por la corriente magnífica de solidaridad que ha surgido en muchos lugares e instituciones y por el testimonio abnegado de tantos voluntarios que se han prestado y se seguirán prestando a colaborar sacrificando su tiempo libre. Todo ello es fuente de esperanza para Galicia y especialmente para los más afectados." También piden que "esta catástrofe sea la última en nuestras costas y que el hecho que lamentamos nos aliente a todos a crecer en el respeto por la naturaleza, un auténtico deber moral y religioso, puesto que Dios creador y padre nos ha legado el universo, obra de sus manos, para que sea la casa habitable de todos los seres humanos y para que lo perfeccionemos y desarrollemos al servicio de todos los hombres. El mar concretamente ha de ser cuidado con respeto exquisito pues es un lugar de vida y un don de Dios".
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