Simón de Rojas nació en Valladolid el 28-10-1552. A los doce años ingresó en el convento de La Trinidad Calzada de Valladolid, en el cual fue ordenado sacerdote en 1572. Después se trasladó a estudiar a la Universidad de Salamanca, y posteriormente fue profesor de filosofía y teología en Toledo. Fue en dos ocasiones Visitador Apostólico de la Provincia de Castilla y una de la de Andalucía. En 1619 fue nombrado preceptor de los Infantes de España y dos años después fue elegido como confesor de la reina Isabel de Borbón, primera mujer de Felipe IV de España.

El fervor que mostró por la Virgen le fue inculcado por su madre Constanza, que desde niño le instruyó en las oraciones a María, y sus biógrafos mantienen que sus primeras palabras, cuando contaba catorce meses, fueron «Ave María»; acostumbró a visitar santuarios marianos, y los pintores que le retrataron le adjudican siempre el lema mariano, por lo que fue conocido familiarmente como el Padre Ave María. Mandó imprimir miles de estampas de la Virgen con el lema, y sus influencias en la Corte consiguieron que se labrase en oro en la fachada del Palacio Real de Madrid. En 1622 escribió una liturgia dedicada a la Virgen, que más tarde el papa Inocencio IX extendió a toda la Iglesia. Su devoción a la Virgen María le llevó a fundar la Congregación de los Esclavos del Dulcísimo Nombre de María para el servicio de pobres y enfermos de Madrid.

Falleció en Madrid el 29-9-1624. Fue canonizado el 3-7-1988 por Juan Pablo II. Su fiesta se celebra el 28 de septiembre.