Conferencia Episcopal Española
Comisión Episcopal de Pastoral Social
  -  Comunicado
XVIII Jornadas de Pastoral Gitana 2003 - Alcalá de Henares (Madrid)
XVIII (NO FJM) Jornadas de Pastoral Gitana 2003 - Alcalá de Henares (Madrid)
15 de septiembre de 2003

Publicado: BOA 2003, 0.


1. En noviembre de 2002, a los cinco años de la beatificación del gitano Ceferino Giménez Malla, la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, aprobó un documento pastoral titulado “ La Iglesia de España y los gitanos”.

2. Los días 12/14-9-2003, más de cien gitanos y payos — sacerdotes, religiosos y laicos—, venidos de 36 diócesis de España, nos hemos reunido en Alcalá de Henares para celebrar las XVIII Jornadas de Pastoral Gitana, presididos por Mons. Ciriaco Benavente, obispo de Coria-Cáceres y presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones. En esta ocasión, las Jornadas han girado en torno a la recepción y puesta en práctica del citado documento. Este documento supone una novedad histórica muy significativa y se convierte para toda la Iglesia de España en un reto pastoral apasionante.

3. Dos ponencias —“ La cultura y los valores gitanos” y “ Orientaciones prácticas para la acción pastoral"— nos han ayudado a entrar en las claves del documento. De esas ponencias y del trabajo de grupos destacamos las siguientes convicciones:

  • Los gitanos se sienten orgullosos de serlo y desean seguir siéndolo, adaptándose a las circunstancias actuales; desean seguir cultivando los valores de siempre encontrando las expresiones apropiadas al tiempo presente.
  • Los gitanos de España no forman una realidad uniforme y homogénea, sino una realidad plural y heterogénea, en la que cualquier generalización suele ser falsa.
  • Los gitanos de España son sedentarios, tienen una residencia estable, pero conservan el alma nómada. El viaje y el camino forman parte de su identidad.
  • La promoción y evangelización de los gitanos empieza siempre por el respeto y el amor a los gitanos, que tienen una comprensión de la realidad diferente a la de la sociedad mayoritaria.
  • La fe en Jesucristo no se identifica en exclusiva con ninguna cultura, sino que está llamada a inculturarse en todas, también en la gitana.
  • Los gitanos valoran enormemente la familia, la familia extensa. Su identidad y su presente está siempre muy colorado por su pertenencia familiar.
  • El respeto a los familiares de más edad, a los ancianos, forma parte de su código habitual de conducta.
  • Los gitanos no suelen vivir para trabajar, suelen trabajar para vivir. Lo que más valoran es la familia, la convivencia, la relación...
  • Los gitanos tienen una especial disposición para la fiesta, el arte y el buen gusto. Viven apasionadamente la vida y encuentran con facilidad motivos para hacer fiesta.
  • Los llamados “ valores gitanos” no son una realidad estática, sino viva y cambiante. La mayoría de los gitanos coinciden en esos valores pero han de cuidarlos especialmente para que no se pierdan.
  • Los gitanos pueden enriquecerse en contacto con los valores de la sociedad mayoritaria y pueden enriquecer con sus valores a esa sociedad.
  • Toda la población gitana está asistiendo a un cambio muy rápido, pero quizás sea en la mujer gitana donde más se nota el cambio y lo mucho que puede aportar a la promoción de las familias gitanas.
  • La promoción humana forma parte de la evangelización; la evangelización va más allá de la promoción humana.
  • En la tarea de la evangelización hay una tarea y un lugar para cada miembro de la Iglesia: sacerdotes, religiosos o laicos, gitanos o payos.
  • El documento de los obispos nos invita a trabajar más y mejor en la acción pastoral con gitanos, acogiendo y cuidando su dimensión religiosa. Además, no partimos de cero porque nos ha precedido una nube ingente de testigos y apóstoles.
  • El anuncio de Jesucristo, con palabras y obras, es una buena noticia para todos, también para los gitanos. La acogida de Jesucristo genera procesos de humanización y liberación. El tesoro principal de la Iglesia es la persona de Jesucristo.
  • Es la Iglesia entera la que tiene la misión de compartir el Evangelio con los gitanos, y no es posible evangelizar sin cuidar la comunión.
  • El ser humano — el ser humano concreto, el gitano— es el primer camino que debe recorrer la Iglesia en el cumplimiento de su misión.
  • Los gitanos no son solo destinatarios de la acción pastoral de la Iglesia, sino que están llamados a ser sujetos evangelizadores.
  • Hemos de cuidar una organización flexible y eficaz que aliente la vida y la acción pastoral con los gitanos.
  • En la acción pastoral con gitanos no hay recetas; hay que descubrir a pie de obra con la gracia de Dios y en comunión con otros hermanos, lo que conviene hacer en cada momento y lugar.
  • 4. Merece la pena destacar también el testimonio sencillo pero profundamente evangélico de dos gitanas — una madre de familia y una religiosa— y de un gitano — miembro de una hermandad de penitencia— de Andalucía. Su experiencia cristiana nos anima a seguir compartiendo el Evangelio con la población gitana. Hemos tenido también la oportunidad de escuchar de primera mano el trabajo que Cáritas Española y la Fundación Secretariado General Gitano intentan realizar entre los gitanos. Se han cuidado mucho los momentos de convivencia, fiesta y celebración litúrgica.

    5. Por todo lo vivido y compartido estos días damos gracias a Dios y, de acuerdo con el Plan de Trabajo aprobado para los próximos tres años, nos comprometemos a trabajar intensamente en nuestras respectivas diócesis para que el documento de los obispos sea convenientemente acogido y vivido por la Iglesia del Señor que peregrina en España.