Celebración del rito de admisión a Sagradas Órdenes de dos seminaristas

Celebración del rito de admisión a Sagradas Órdenes de dos seminaristas

11 junio, 2017

Don Ricardo Blázquez, cardenal arzobispo de Valladolid, ha celebrado la Eucaristía del rito de Admisión a Sagradas Órdenes de Jaime Pablo Rodríguez y José David Vázquez, el día de la celebración de la Santísima Trinidad y la Jornada Pro-Orantibus.

El cardenal arzobispo reconoció la importancia de la fecha para Jaime Pablo y José David porque “es el día que la Iglesia públicamente, ante todos, reconoce vuestra actitud y candidatura muy avanzada en la clarificación y llegará el día que quede aclarada, momento que llegará con la ordenación”apuntó.

11-6-2017 - Rito de Admisión a Sagradas Órdenes de Jaime Pablo y José David

Es un momento muy relevante y estimulante para los seminaristas. No matemos el tiempo, vayamos viviéndolo con fidelidad ante Dios, sin prisa, disfrutándolo y de manera laboriosa, trabajando sin perder el tiempo. Os agradezco vuestro sí a Dios.

La Santísima Trinidad y la vida contemplativa. Don Ricardo Blázquez explicó a lo largo de la homilía la importancia de la Santísima Trinidad en nuestras vidas y las figuras que representa “El Dios cristiano no es un Dios solitario, es el padre, el hijo y el Espíritu Santo”. El cardenal arzobispo explicó la importancia de hablar de Dios de forma evangélica y no abstracta “Invocándolo como nuestro papá con mucha confianza porque Dios nos ama”. También habló de la cercanía de Jesús, símbolo de trascendencia y profundidad, “unidos a él siempre tenemos esperanza porque él es el hijo unigénito del padre”. “Y cuando hablamos del Espíritu Santo hablamos del espíritu que ilumina nuestra vida”, precisó.

El cardenal arzobispo quiso hacer una reflexión acerca de la importancia de la labor de las personas entregadas a la vida contemplativa “Necesitamos redescubrir la vocación a la vida contemplativa, mostrar agradecimiento a las personas que se entregan a ella y promover su actuación”. A continuación,  destacó las palabras de santa Teresa de Jesús “Sólo Dios Basta”.