DOMUND 2021: “Valladolid cuenta con 170 evangelizadores en territorios de misión”

Con motivo de la celebración de la jornada del Día Mundial de las Misiones (Domund), este domingo, 24 de octubre, el delegado de Misiones del Arzobispado de Valladolid, Javier Carlos Gómez, ha presentado los números y rostros de la realidad de las misiones y misioneros vallisoletanos que, a día de hoy son 170 evangelizadores. Un total de 85 mujeres y 81 varones con una media de edad próxima a los setenta años, repartidos por el mundo, aunque con una mayor presencia en Hispanoamérica.

Gómez ha recordado que la Iglesia siempre ha estado “saliendo al encuentro de otras realidades” y ha recalcado que el propósito de la jornada, que se celebra en este 2021 bajo el lema ‘Cuenta lo que has visto y oído’ es invitar a los vallisoletanos a que “se unan a esta tarea evangelizadora de la Iglesia a través de la oración, y también de una colaboración económica” que permita que sacerdotes, consagrados y laicos puedan seguir con la evangelización y también con su compromiso con los hombres y mujeres de los países más empobrecidos.

El pasado año la Diócesis de Valladolid recaudó en esta campaña 219.000 euros, frente a los 188.000 del 2019, pese a la pandemia y a que hace doce meses, los templos tenían importantes restricciones de aforo por ese motivo. “La conciencia de los creyentes buscó otros cauces y modos, como el bizum, para hacer su colaboración a la tarea misionera”, ha explicado el delegado.

Javier Carlos Gómez ha contado en su comparecencia con un invitado de excepción, que ha hablado de un territorio de misión muy particular: Rusia. Alejandro Burgos Velasco, nacido y ordenado en Valladolid (ejerció el sacerdocio en pueblos como Fuensaldaña, Aldeamayor o La Pedraja, y templos de la capital como San Miguel), lleva 19 años en Rusia, los primeros buscando evangelizar desde el rito romano. Hace ahora 8 años, y después de la necesaria formación, abrazó el rito bizantino (el católico más extendido en aquel país, pero muy alejado en cifras del cristianismo ortodoxo), y de ahí su actual estética: con larga barba blanca, túnica negra y gran pectoral.

La misión en Rusia, tal y como ha explicado, tiene unas características específicas, consecuencia de los 80 años de dictadura comunista. Cuando él llegó al país, “no había sacerdotes, ni templos; a los católicos les metían en la cárcel”. Afrontar la reconstrucción de iglesias o las consecuencias de la “desaparición” de las familias, o hacer frente al alcoholismo (“el alcohólico es el pobre de allí”), son algunas de las tareas que desempeñan los dos sacerdotes vallisoletanos que ahora evangelizan en Rusia. También formar futuros sacerdotes… Los seminaristas que ahora cursan sus estudios allí son su mayor orgullo.

Burgos, afincado en San Petersburgo, tiene además en proyecto (faltan semanas para que el Ayuntamiento firme la cesión de los terrenos) la construcción en la ciudad de un santuario dedicado al icono de la Madre de Dios de Fátima, que repite con formas bizantinas la estatua de la Virgen de Coimbra. “La Virgen pidió que Rusia se consagrara a su inmaculado corazón”, ha recordado, tras subrayar que el templo enfatizar el ecumenismo mariano entre ortodoxos y católicos, “porque la Virgen es la misma para todos”.