El colegio San José y el deporte de Valladolid homenajean al profesor Manuel Sánchez Cisneros y ponen su nombre al polideportivo del centro

El colegio San José y el deporte de Valladolid homenajean al profesor Manuel Sánchez Cisneros y ponen su nombre al polideportivo del centro

21 marzo, 2019

21.marzo.2019__  El colegio San José ha celebrado un homenaje a uno de sus profesores más veteranos, Manuel Sánchez Cisneros. Sus 45 años como profesor de deporte en el centro jesuita y más de 10 como voluntario y colaborador, han movido a la comunidad educativa a agradecer públicamente su desinteresada dedicación con un acto muy especial. En presencia de familiares y representantes del deporte vallisoletano – federación de fútbol y baloncesto, clubes deportivos como el Real Valladolid representado por su presidente, Carlos Suárez, representantes de la EMDE, el vallisoletano Fernando Alonso, el jugador de fútbol Chus Landáburu y Borja Lara en representación de la Fundación de Deportes de Valladolid- le han comunicado que el polideportivo del colegio pasa a recibir su nombre. Polideportivo Manuel Sánchez Cisneros, en reconocimiento a toda una vida dedicada al deporte y al colegio San José reza la placa en honor de quien actualmente es vicepresidente de la EMDE a la que pertenece desde su fundación, vocal de la Federación de Fútbol de Castilla y León, vicepresidente y coordinador del Club Deportivo San José y Premio al Mejor Directivo del Año “Valladolid Ciudad Deportiva 2012”.

Generaciones de alumnos y alumnas del San José se han formado con Manuel Sánchez Cisneros, más conocido como don Manuel. Forma parte de la historia de este colegio jesuita. Ya la Asociación de Antiguos Alumnos le distinguió por su fiel labor en 2017 con la distinción reservada exclusivamente para antiguos alumnos y le nombró ‘antiguo alumno adoptivo’. Porque los años escolares que no transcurrieron en sus aulas, lo suplen las horas de tiempo libre con 10 años, cuando visitaba a su tío Aurelio; cuando animaba al equipo propio en los campos de Maldonado y cuando rescataba los balones rebeldes que conseguían saltar la tapia. Un tiempo que auguraba su presencia incondicional en el colegio, siguiendo esos valores de pertenencia y de compromiso, primero como profesor y hoy como voluntario. Ni la jubilación le aparta de su fiel visita a las pistas del San José.