El “extraordinario desafío” de la pastoral de las vocaciones al sacerdocio centra el XXXVIII Encuentro de la Iglesia en Castilla

El “extraordinario desafío” de la pastoral de las vocaciones al sacerdocio centra el XXXVIII Encuentro de la Iglesia en Castilla

12 marzo, 2019

11-13.marzo.2019__  La casa de ejercicios de la colegiata de San Luis, en Villagarcía de Campos acoge desde el domingo 11 y hasta el miércoles 13 de marzo la trigésimo octava edición del Encuentro de Obispos, Vicarios y Arciprestes de la denominada Iglesia en Castilla, conformada por nueve diócesis de Castilla y León (todas, menos las de León y Astorga).

Alrededor de 110 personas, entre obispos, vicarios, arciprestes, rectores de seminarios y delegados de pastoral Juvenil y Vocacional asisten a la cita, presidida por el cardenal arzobispo de Valladolid, don Ricardo Blázquez, y con la presencia de otros nueve prelados: El auxiliar de Valladolid, don Luis Argüello, y los de las otras diócesis castellanas, a excepción del de Ávila, José María Gil Tamayo, ausente por el fallecimiento de su hermano.

El encuentro se ha celebrado este año bajo el lema: ‘Hacia una renovada pastoral de las vocaciones al sacerdocio ministerial’, con el propósito de convertirse en impulso y aliento de la pastoral juvenil-vocacional en nuestras iglesias particulares lo que en nuestros días, según los obispos, constituye un “extraordinario desafío”. Los asistentes ahondan en la necesidad de abrirse a los adolescentes y jóvenes, de interpretar las claves de la pastoral sacerdotal y de elegir propuestas operativas. En este marco, don Ricardo impartió ayer la ponencia: ‘Al Sínodo. Qué dice a nuestra pastoral vocacional’, en la que resumió las conclusiones de los pasados Sínodo de los Jóvenes y Jornada Mundial de la Juventud de Panamá, en los que participó como ponente, respecto a las vocaciones en general y a la sacerdotal en particular, desde la escucha y la esperanza.

Estos encuentros regionales constituyen una reunión anual que se estableció para generar una conciencia de comunidad en la Iglesia ‘castellana’ y marcar unas orientaciones pastorales comunes para todas las diócesis participantes, en la que a lo largo de estos 38 años se han tratado diversas materias como la enseñanza, las unidades pastorales, la catequesis, la liturgia, el patrimonio cultural, la iniciación cristiana o la caridad, entre otros. Es el foro más antiguo y perseverante de la Iglesia en Castilla; el encuentro de referencia para otros tantos que se celebran en los distintos ámbitos. 

Tal y como explica el secretario de los obispos castellanos, Ángel García Rivilla “se trata de una semilla que se plantó hace cuatro décadas y que va abriendo pistas y surcos (…) por un lado la iglesia en Castilla se va despoblando pero, aun en medio de la despoblación y de la crisis vocacional, los sacerdotes de las distintas comunidades y servicios necesitan palabras de aliento y esperanza”.