Pluralidad y derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos

Pluralidad y derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos

8 mayo, 2019

08.mayo.2019__  La Facultad de Medicina acogió la celebración de una Mesa Redonda titulada: “Libertad y pluralidad en la educación”, en la que cuatro ponentes provenientes del mundo educativo, del derecho, el periodismo y la sanidad, hablaron de los derechos, deberes y libertades de los padres y madres en materia de educación. El acto estuvo organizado por la Comisión ¡Ven y Verás! Valladolid.

 

La delegada de Enseñanza de la Diócesis, Julia Gutiérrez hace hincapié en las consecuencias negativas del último Proyecto de Ley de Educación aprobado en Consejo de Ministros sin contar con los padres y madres interesados en la educación de sus hijos y otros estamentos sociales implicados en el mundo educativo, tras abandonar la Mesa del Pacto Educativo. “Primero, porque esta ley está altamente politizada al no respetar los principios de subsidiariedad y de neutralidad ideológica que deben regir las actuaciones de los poderes públicos. Y, segundo -apostilla- porque merma la calidad educativa poniendo impedimentos a la hora de ofrecer una educación integral, como refleja la Constitución; una educación que cuenta con los aspectos históricos, artísticos, literarios…, que han configurado nuestras naciones europeas por sus raíces judeocristianas”.
La delegada diocesana recalca, además, que la norma suprime las referencias de la asignatura de religión que estaban presentes en el articulado de las distintas leyes orgánicas educativas, en todas las etapas, remitiendo el cumplimiento de los Acuerdos Iglesia-Estado a una futura e incierta reglamentación y elimina la asignatura alternativa denominada “Valores Culturales y Sociales” en primaria y “Valores Éticos” en secundaria.
“No sabemos cómo encajará en el horario semanal la asignatura de religión pues al no tener una materia alternativa nos parece que el único modo será añadir una hora o dos, dependiendo de los cursos, al horario semanal de los chicos y esto es un peso muy grande para quien elige religión”. Además, añade, supondría dejar de considerar la religión en bachillerato como asignatura específica y no indica cómo llevará a cabo esta enseñanza y eliminar la posibilidad de computar para media en EBAU y Becas.
“Nos parece que todo esto es un ejercicio autoritario y excluyente de los derechos/deberes y libertades de los ciudadanos y las familias. En un Estado democrático habría que respetar los derechos y libertades de las familias que están asentados en la Constitución (art. 16 y 27 que otorga a las madres y padres la libertad de elegir una educación moral y religiosa para sus hijos según las propias convicciones), y en todos los tratados internacionales que el Estado español ha ratificado”.
73% de los vallisoletanos
En Valladolid las familias refrendan la asignatura de religión cada año en un porcentaje que supera el 73%, y muchos de ellos la cursan en un centro concertado. Para la presidenta de  la Federación Católica de Asociaciones de Madres y Padres de Valladolid, FECAMPA, Ángela Melero, “cada uno elige una red educativa por muchas motivaciones; desde las más ideológicas a las más prácticas, según las necesidades, la proximidad, domicilio de los abuelos y, como no, por afinidad religiosa. En general, creo que nadie debe ser perseguido por sus ideas y tampoco por sus decisiones. Pero parece que a las familias que elegimos libremente y dentro de un Estado Democrático nos ponen en un foco”.
“Nos gustaría que se cumpliera la ley y que el sistema de financiación de la enseñanza concertada se ajustara a las demandas que exige una educación de calidad; para garantizar la libertad real de elección de centro educativo por parte de las familias; y para que estos centros cuenten con los mismas inversiones que el resto, ya que en la situación actual de financiación es insuficiente y nuestros hijos tienen el mismo derecho a la educación”, comenta.
“La educación no es un juego y las familias tenemos mucho que decir. La educación debe estar por encima de toda ideología política y no debería ser monopolio exclusivo de poderes cambiantes cada cuatro años ni moneda de cambio”, añade sobre la situación política de la educación, y argumenta: “A las familias nos cargan de obligaciones para con nuestros hijos pero no nos dan las herramientas necesarias para ostentar dicha obligación y existe un clima en el que parece que quieren privarnos del derecho a decidir qué educación (laica o religiosa) es la que queremos para formar a nuestros hijos, todo contemplado en el artículo 27 de la Constitución”.