Óscar y José Luis, dos nuevos diáconos para la diócesis vallisoletana

Óscar y José Luis, dos nuevos diáconos para la diócesis vallisoletana

20 noviembre, 2023

Coincidiendo con la celebración de la Jornada Mundial de los Pobres, la catedral vallisoletana se vistió de fiesta para la ordenación de dos nuevos diáconos, uno de ellos, Óscar Agüera, permanente; y José Luis Cuesta, en su camino al sacerdocio.

En el transcurso de su homilía, don Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, recordó que todos los allí presentes, iban a ser testigos de cómo los nuevos diáconos iban a recibir “el don del Espíritu Santo, que va a dar forma a su corazón”. La forma del Corazón de Cristo, servidor de los hermanos y del Reino de Dios, y en la medida, que “ejercitéis este don, su ministerio nos va a hacer bien”. “Es un ministerio” apostilló el prelado vallisoletano, que tiene que ver con “la mesa de la Palabra”, al diácono, el presbítero o el obispo le entrega la Palabra, “para que el Evangelio sea proclamado”. Y así el Evangelio proclamado, “sea el Evangelio que enseñéis, el Evangelio del que seáis testigos y el Evangelio que transforme vuestras vidas”. Y así, somos convocados, insistió, “a ser discípulos misioneros del Evangelio”.

El prelado vallisoletano invitó a los ordenandos a hacer “que circulen los talentos a amar y a servir, todos estamos llamados, según la vocación en la que hemos sido convocados en la peregrinación de la Iglesia, a que el color del servicio atraviese todas nuestras acciones, tareas y ministerios”. Asimismo, les agradeció haber abierto su corazón “a la llamada del Señor”.

Como es habitual, tras la homilía, el rito de ordenación continuó con las promesas de los elegidos al diaconado, con las que se da a conocer la disponibilidad de los candidatos respecto al ministerio y obediencia al obispo, y con las letanías de los santos, momento en el que ambos ordenandos se postraron como signo de humildad y de pequeñez del hombre ante Dios. Con la imposición de las manos del obispo y la plegaria de ordenación, los candidatos ya fueron constituidos diáconos y se les entregó el Evangelio.